Según un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania y el Instituto Karolinska en Suecia, las personas que heredaron una variante genética Neandertal experimentan más dolor.
El dolor está mediado por células nerviosas especializadas que se activan cuando cosas potencialmente dañinas afectan varias partes de nuestros cuerpos. Estas células nerviosas tienen un canal iónico especial que tiene un papel clave en el inicio del impulso eléctrico que señala el dolor y se envía al cerebro.
Como varios genomas neandertales de alta calidad están disponibles, los investigadores pueden identificar los cambios genéticos que estaban presentes en muchos o todos los neandertales, investigar sus efectos fisiológicos y analizar sus consecuencias cuando ocurren en las personas de hoy.
Al examinar un gen que conlleva tales cambios, los investigadores Hugo Zeberg, Svante Pääbo y sus colegas descubrieron que algunas personas, especialmente de América Central y del Sur, pero también de Europa, han heredado una variante neandertal de un gen que codifica un canal iónico que inicia la sensación de dolor.
Al utilizar los datos de un gran estudio de población en el Reino Unido, los autores muestran que las personas en el Reino Unido que portan la variante Neandertal del canal iónico experimentan más dolor.
"El factor más importante para la cantidad de dolor que informan las personas es su edad. Pero llevar la variante Neandertal del canal iónico hace que experimente más dolor similar a si fuera ocho años mayor", señala el autor principal Hugo Zeberg, investigador del Max Planck Instituto de Antropología Evolutiva e Instituto Karolinska.
"La variante Neandertal del canal de iones lleva tres diferencias de aminoácidos a la variante común, 'moderna' --explica--- Mientras que las sustituciones de un solo aminoácido no afectan a la función del canal de iones, la variante neandertal completa que lleva tres sustituciones de aminoácidos conduce a una mayor sensibilidad al dolor en las personas de hoy en día".
A nivel molecular, el canal de iones de Neandertal se activa más fácilmente, lo que podría explicar por qué las personas que lo heredaron tienen un umbral de dolor más bajo. "Es difícil decir si los Neandertales experimentaron más dolor porque el dolor también se modula tanto en la médula espinal como en el cerebro --dice Pääbo--. "ero este trabajo muestra que su umbral para iniciar los impulsos de dolor era más bajo que en la mayoría de los humanos actuales".