Castilla y León

Castilla y León

Región

El 53% de niños españoles teme que su vida cambie y el 40% no poder volver al colegio

6 agosto, 2020 12:47

El 53% de los niños españoles teme que la vida no vuelva a ser la misma después de la pandemia y el 40% no poder volver a la escuela, según las conclusiones de un estudio elaborado por Aldeas Infantiles SOS para evaluar el impacto psicológico del confinamiento y la pandemia

El estudio añade que el 74 por ciento de los niños y niñas españoles temen que sus allegados se contagien de coronavirus; y el 66 por ciento no poder visitar a sus familiares y amigos. La muestra se ha realizado a 459 niños, niñas y adolescentes de sus programas de acogimiento -residencial y familiar- y de prevención.

La organización ha destacado que la gran mayoría de los niños, niñas y adolescentes consultados (93%) han señalado también que habían recibido información acerca de la Covid-19 y explicaciones sobre cómo actuar.

El 78 por ciento de ellos han indicado que se lavan las manos frecuentemente y más de la mitad (60%) ha afirmado que evita el contacto físico y respeta la distancia social de dos metros. Además, el 43 por ciento ha asegurado usar mascarilla antes de que su uso fuese obligatorio.

En este contexto, la organización de atención directa a la infancia ha recordado que la salud mental de los niños y las niñas "es especialmente vulnerable en momentos de crisis como el actual".

Aunque ha reconocido el alcance exacto que la Covid-19 y sus consecuencias puedan tener en la salud de los más pequeños "es aún desconocido", ha asegurado que se dispone de "suficiente información" para saber que su impacto psicológico "ha de ser evaluado y detectado a tiempo con el fin de prevenir enfermedades de salud mental, especialmente en el caso de aquellos menores en situación de especial vulnerabilidad, como son los niños y las niñas privados del cuidado parental o en riesgo de estarlo".

Por eso, la organización ha afirmado que "es necesario" controlar el estado de la salud mental de todos los niños y niñas durante y después de esta crisis sanitaria, y en especial de aquellos que tienen una medida de protección.

En este punto, ha reclamado medidas específicas para realizar mejoras en el sistema de salud "que permitan identificar riesgos y abordarlos a tiempo".

Aldeas Infantiles ha alertado de que muchos de los casi 50.000 niños, niñas y adolescentes que crecen privados del cuidado de sus padres en España "han vivido experiencias traumáticas en sus vidas y casi la mitad recibe algún tratamiento de salud mental".

"En su caso, como en el de los niños y niñas en situación de riesgo de perder el cuidado parental, es imprescindible realizar un seguimiento y evaluación a nivel psicológico que permita detectar el impacto de la pandemia, tratarlo y evitar problemas de salud mental a medio y largo plazo", ha advertido el presidente de Aldeas Infantiles SOS, Pedro Puig.

La organización ha explicado que los efectos de las pandemias a menudo se manifiestan a largo plazo y que la ausencia de respuestas apropiadas puede tener consecuencias emocionales traumáticas que persistan durante años. "La prevención y la detección de los factores de riesgo, así como la intervención temprana para evitar que estas se agudicen es fundamental", ha afirmado Puig.

Sin embargo, según ha señalado Aldeas Infantiles SOS, la salud mental infantil "es la gran olvidada" del sistema sanitario español; y los especialistas de primer nivel, generalmente pediatras, "no pueden hacer frente a la demanda desbordante por falta de recursos".

"Y las escasas unidades de salud mental para niños y adolescentes están colapsadas o quedan reservadas para casos de especial complejidad, no cubriendo las necesidades existentes", ha asegurado la ONG.

Por ello, Aldeas Infantiles SOS ha solicitado el incremento de los presupuestos destinados a salud mental y la apuesta por la prevención y la intervención temprana, reduciendo el tiempo que transcurre entre los primeros síntomas y el primer contacto terapéutico.

La organización también ha resaltado la necesidad de una coordinación permanente entre los equipos de atención primaria y los de salud mental; la incorporación de la especialidad de Psiquiatría Infantil; y la creación de equipos especializados en el diagnóstico y el tratamiento de los efectos derivados del maltrato en la infancia; además de campañas de sensibilización específicas para informar y combatir el estigma social que recae sobre estas enfermedades.