MADRID, 26 (CHANCE)

Después de años de lucha para ser reconocido legalmente como hijo de Julio Iglesias, Javier Santos ha visto cómo la Audiencia Provincial desestimaba su demanda de paternidad por tratarse de un caso ya juzgado por el Tribunal Supremo en el año 1990. Sin embargo, la lucha de su abogado, Fernando Osuna, porque la justicia admita la verdad biológica como verdad procesal, empieza a dar sus frutos. Y ahora el "Comité Internacional sobre Desapariciones forzosas, Detenciones arbitrarias y Delitos de genocidio y de Lesa humanidad" ha denunciado su caso ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU.

Desde Chance nos hemos puesto en contacto con el abogado de Javier, Fernando Osuna, que, satisfecho por este vuelco en el caso de paternidad contra Julio Iglesias, afirma lo siguiente: "El caso de Javier Santos se encuentra siendo investigado y estudiado por un organismo internacional en defensa de los Derechos Humanos porque entiende este Organismo Internacional que hay vulneración, que se están infringiendo determinados derechos constitucionales como son el artículo 39 y el artículo 24 y el 15 de la Constitución Española. No se están protegiendo los derechos de la familia y eso entra de lleno en el ámbito de esta actuación del organismo internacional. Está tomando mucho interés esta entidad en velar por los derechos de Javier Santos, derechos constitucionales que entran de lleno en la carta de naciones unidas de protección de todos los hijos. Encuentran una serie de infracciones y están tratando de ayudar en este sentido a Javier Santos. Javier Santos está muy contento, muy satisfecho de que su caso entre de lleno en los Derechos Humanos, protegido por la normativa internacional y sobre todo muy expectante y entusiasmado con que el caso suyo se esté tratando por organismos internacionales. La verdad científica, genética, tiene que prevalecer sobre cuestiones puramente formales y procedimentales. Genéticamente, científicamente, Javier Santos es hijo de Julio Iglesias y esa verdad científica debe prevalecer sobre otras cuestiones puramente formales, así lo defiende el Tribunal Europeo de Estrasburgo de Derechos Humanos, el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo"