Un equipo del Instituto de Investigación de la Salud Lawson y la Universidad de Western (Estados Unidos) ha dado pasos significativos en la comprensión del COVID-19 a través de dos estudios publicados esta semana en la revista 'Critical Care Explorations'.
En un estudio, el equipo ha identificado seis moléculas que pueden ser usadas como biomarcadores para predecir cuán grave será la enfermedad de un paciente. En el otro estudio, son los primeros en revelar un nuevo mecanismo que causa coágulos de sangre en los pacientes de COVID-19 y las posibles formas de tratarlos.
En su trabajo, los investigadores identificaron seis moléculas de importancia (CLM-1, IL12RB1, CD83, FAM3B, IGFR1R y OPTC). Encontraron que estas moléculas se elevaban en los pacientes de COVID-19 que se enfermarían aún más gravemente. Encontraron que cuando se miden en el primer día de admisión en la UCI de un paciente con COVID-19, las moléculas pueden utilizarse para predecir qué pacientes sobrevivirán después del tratamiento estándar en la UCI.
"Aunque se necesita más investigación, confiamos en estos biomarcadores y sospechamos que estos patrones pueden estar presentes incluso antes de la admisión en la UCI, como cuando un paciente se presenta por primera vez en el departamento de emergencias. Estos hallazgos podrían ser increíblemente importantes para determinar cuán grave será la enfermedad de un paciente", explica el líder del estudio, Douglas Fraser.
El equipo midió 1.161 proteínas plasmáticas de la sangre de 30 participantes: 10 pacientes con COVID-19 y 10 pacientes con otras infecciones admitidos en la UCI, así como 10 participantes de control sanos. La sangre fue extraída en días fijos de admisión en la UCI, procesada en un laboratorio y luego analizada usando métodos estadísticos e inteligencia artificial.
El equipo señala que predecir la gravedad de la enfermedad de un paciente puede ayudar de varias maneras. Podría permitir a los equipos médicos tener conversaciones importantes con los miembros de la familia, estableciendo objetivos de atención basados en la salud y los deseos personales del paciente. Los equipos médicos podrían utilizar el conocimiento para movilizar recursos más rápidamente.
Si saben que un paciente tiene un mayor riesgo de muerte, podrían considerar la posibilidad de intervenir antes a pesar de los riesgos asociados. El equipo también espera que los hallazgos puedan utilizarse para diseñar mejor los ensayos clínicos de COVID-19 agrupando a los pacientes en función de su riesgo. Esto podría permitir resultados más sólidos al examinar los posibles tratamientos de la enfermedad.
ENTENDER POR QUÉ SE PRODUCEN LOS COÁGULOS DE SANGRE Y CÓMO TRATARLOS
Una complicación importante que se produce en la mayoría de los pacientes críticamente enfermos de COVID-19 es la coagulación en los pequeños vasos sanguíneos del pulmón, lo que conduce a bajos niveles de oxígeno en el cuerpo.
El equipo analizó además las muestras de sangre de sus 30 participantes, y encontró evidencia que sugiere que los revestimientos internos de los pequeños vasos sanguíneos se están dañando e inflamando, convirtiéndolos en un ambiente acogedor para que las plaquetas (pequeños glóbulos sanguíneos) se peguen.
Descubrieron que los pacientes de COVID-19 tenían niveles elevados de tres moléculas (ácido hialurónico, sindecan-1 y P-selectina). Las dos primeras moléculas son productos descompuestos de pequeñas estructuras similares al cabello (el glicáliz) que recubren el interior de los vasos sanguíneos. Su presencia sugiere que el glicocalyx está siendo dañado con sus productos de descomposición enviados al torrente sanguíneo. La presencia de la P-selectina también es significativa ya que esta molécula ayuda a hacer que tanto las plaquetas como el revestimiento interior de los vasos sanguíneos se adhieran entre sí.
El equipo sugiere dos terapias pueden ser prometedoras para tratar los coágulos de sangre en los pacientes de COVID-19: inhibidores de plaquetas para evitar que las plaquetas se peguen y moléculas para proteger y restaurar el revestimiento interior de los vasos sanguíneos.