El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha asegurado este martes que el Gobierno autonómico estará "vigilante" a la tramitación de los denominados macroproyectos industriales de energías renovables, aquellos de más de 50 megawatios, que, según ha recordado, debe tramitar y autorizar el Gobierno de la nación. Una forma muy sutil de 'echar balones fuera' y pasar la patata caliente al Gobierno central, claro defensor de las energías renovables, que se expanden por toda Castilla y León.
Tras apostar por una "transición energética justa" y situar a Castilla y León como "un ejemplo" de lo que se puede hacer en esta actividad por contar con un "potencial" al que no se debe renunciar, el presidente de la Junta ha puesto sobre la mesa tres criterios que marcarán el camino a seguir en este aspecto: respeto a la legalidad vigente, respecto a la doctrina vigente que, según ha asegurado es "bastante rigurosa", y sostenibilidad.
"Máximo rigor", ha pedido el presidente de la Junta que ha asegurado que el Gobierno de Castilla y León se va a mantener "vigilante" al mismo tiempo que ha explicado que estos procesos están tasados "claramente" y tienen como inicio el informe de evacuación energética que debe elaborar Red Eléctrica Española de la que forma parte el Ejecutivo central.
De este modo se ha pronunciado el presidente de la Junta a preguntas del leonesista Luis Mariano Santos sobre la posición del Gobierno de Castilla y León respecto a los macroproyectos industriales de energías renovables que se han planteado en la montaña leonesa a la que se pretende "devastar".
Santos ha advertido de la afección de esos macroproyectos en espacios medioambientales significativos y al peligro de esos grandes proyectos para sectores como el turismo. "Renovables sí pero depende del tamaño y de la ubicación", ha defendido el procurador leonesista ante la posibilidad de que los gobiernos central y regional accedan a la "expoliación" de la montaña leonesa a cambio de puestos en los consejos de administración de las compañías energéticas en lo que ha considerado también una "nueva burbuja especulativa". "No vamos a permitir macroproyectos que devasten la montaña central", ha sentenciado.