El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, defendió hoy que la cita telefónica es un “verdadero acto médico que salva vidas y acusó al líder socialista de utilizar la sanidad como “ariete político”, mientras que Luis Tudanca solicitó al jefe del Ejecutivo que “rectifique porque no hay excusas”. 



Fernández Mañueco respondió así a la pregunta del socialista relativa a cuándo “va a recuperar la atención presencial en la sanidad pública de la Comunidad". “Responda cómo, cuándo y de qué manera”, exigió Tudanca, que afirmó que no le preocupa que le acusen de “utilizar a los muertos”, en referencia a casos que ha llevado a las Cortes, como el de la burgalesa Sonia Sanz Maza.



Tanto Luis Tudanca (PSOE) como Pablo Fernández (Podemos) criticaron el cierre de los consultorios, pero el presidente argumentó que la cita telefónica no es “un capricho”, sino que se ha adoptado para evitar contagios de personas que tienen que compartir salas de espera por lo que consideró que “salva vidas”. También, pidió al socialista que pregunte al ministro Salvador Illa la opinión que tiene de la Junta y de su presidente.



Igualmente, respondió a ambos que la sanidad de Castilla y León está mejor preparada en esta segunda ola de la pandemia con ucis ampliadas, 3.500 profesionales más incorporados al Sacyl y una reserva de equipos de protección para varios meses, mientras que Tudanca y Fernández le acusaron de incumplir el pacto, a lo que el presidente replicó que se han invertido más de 800 millones, lo que dice el acuerdo. 



Tudanca puso en valor la responsabilidad de su partido con las medidas que se adoptan, aunque algunas no les gusten, y afeó al presidente que no les haya informado de las acordadas hoy de cierre de la hostelería y grandes centros comerciales, entre otras, lo que calificó de una “vergüenza y falta de respeto”, para subrayar que en siete meses de “medidas durísimas no se ha pagado ni un euro a nadie”.



“La relación entre médico y paciente es esencial y tiene que ser presencial”, insistió Tudanca, mientras que Fernández Mañueco reiteró que la sanidad pública es una prioridad de su Gobierno y le afeó que no hiciera un reconocimiento a los profesionales. Tras reiterar las 135.000 firmas recogidas por la hermana de Sonia Sanz Maza, indicó que no le importa que le acusen de utilizar a los muertos, pero “rectifique ya, sin excusas”.



El ‘cara a cara’ subió de tensión cuando el presidente afirmó que quiere “que se centre” como Felipe González y Nicolás Redondo Terreros y le preguntó si”los alborotadores” en Burgos -en Gamonal- son “compañeros, amigos o vecinos” del líder socialista. Desde su escaño, Tudanca protestó y el presidente de las Cortes, Luis Fuentes, llamó al orden a los procuradores socialistas Rubén Illera y a Pedro González Reglero. Después Virginia Barcones, replicó que ya podría aprender de los vecinos de Gamonal.



Riesgo para la salud



El debate subió de tono en la intervención de Pablo Fernández, que le pidió una valoración de esta segunda pandemia, para concluir que la Junta ha mirado para otro lado, que se ha comportado con “tancredismo” y que la “inutilidad” del presidente “pone en riesgo la salud de los ciudadanos”.



Al cierre de los consultorios, unió que no se ha robustecido la sanidad, como recoge el pacto firmado en junio, que se pierden médicos, que nadie quiere venir por las condiciones laborales y que los “ciudadanos fallecen sin que les vea un médico”.



“En su mundo imaginario, Blancanieves y los siete enanitos, le ha tocado hacer de gruñón”, peplicó el presidente, que reconoció que la sanidad pública es mejorable pero pidió a la oposición que reconoza lo hecho en estos meses, como una inversión superior a 800 millones y recordó al líder de Podemos que Castilla y León es la segunda comunidad que menos conciertos firma.