El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, afirmó este martes que “las duras medidas” adoptadas por su Gobierno para frenar el coronavirus en esta segunda ola empiezan a “tener sus efectos, aunque pidió “no bajar la guardia”, si bien también reconoció que están preparados para “la peor de las hipótesis”, que confió en que no llegue un confinamiento.
Durante una entrevista recogida por Ical, Fernández Mañueco manifestó que hay que esperar a ver la evolución de las medidas actuales, como el cierre perimetral de la Comunidad, el toque de queda o el cierre de la hostelería, antes de adoptar otras nuevas, y consideró que un confinamiento domiciliario, aunque no sería como en marzo, lo tendría que adoptar el Gobierno para todo el país.
También, se refirió la vacuna de Pfizer, que según el Gobierno podría estar para 10 millones de personas a principios de 2021, como una “puerta a la esperanza” y destacó que es gracias a la acción coordinada de Europa con los países como se ha realizado la adquisición de las dosis. “Europa trae fondos y la vacuna”, apostilló.
En este sentido, manifestó que las comunidades y el Gobierno trabajan para que las primeras dosis lleguen a las personas más vulnerables, como mayores o enfermos crónicos, así como a los colectivos más expuestos al virus.
Ante la protesta de los hosteleros por el cierre como medida para frenar los contagios, recordó que mañana se firma el plan de choque por la recuperación y protección del empleo en el que se recogen medidas específicas para ese sector, como subvenciones para la compra de equipos individuales y colectivos, para la adquisición de elementos de protección en las terrazas o para facilitar liquidez.
No obstante, miró al Gobierno para que junto a las comunidades presente un plan de apoyo para este sector, si bien añadió que, si no “toma las riendas”, la Junta va a apoyar a este colectivo.
Por otro lado, ante el abandono del PSCyL de la mesa de la sanidad, el presidente de la Junta rechazó que se “utilice la sanidad como ariete político” y puso en valor el pacto de comunidad, del que los socialistas se sintieron “orgullosos” y que calificó de una “hoja de ruta” que “marca el camino” y se va a cumplir.
Durante la entrevista, expresó el agradecimiento a los ciudadanos de Castilla y León por la valoración de la gestión de la Junta en la pandemia, como refleja la encuesta de Sigma 2, que consideró una “foto fija” de reconocimiento al equipo del PP y de la Junta que hay detrás, pero añadió que ello no les tiene que “desviar ni un ápice” de la labor diaria de protección de las personas y de la recuperación de la economía. “Se trabaja con determinación y moderación”, indicó.
Finalmente, manifestó que se cuenta con 600.000 euros para la ampliación de la UCI del Hospital de León pero afirmó que este no es el momento más adecuado para obras estructurales dado que obligaría a reducir la actividad, aunque recordó que hay una ampliación de camas en la unidad de críticos de este complejo sanitario.