El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se comprometió hoy a trasladar a la realidad de la sanidad pública las directrices planteadas por el grupo de expertos que ha elaborado un documento “valioso” con 122 medidas, que plantean introducir de forma urgente cambios de “calado” para fortalecer el sistema ante un nuevo brote epidémico.
Fernández Mañueco, acompañado por la consejera de Sanidad, Verónica Casado, mantuvo un encuentro por videoconferencia con los expertos que han participado en este grupo de trabajo y que fueron designados por los grupos parlamentarios de las Cortes que firmaron el Pacto por la Recuperación, el Empleo y la Cohesión Social de junio, si bien el PSOE abandonó esta mesa y continuaron los trabajos PP, Ciudadanos, Podemos y Por Ávila.
Según informaron fuentes de la Junta en un comunicado, Fernández Mañueco agradeció trabajo, así como su “esfuerzo de diálogo y consenso” porque recalcó que “mejorar la sanidad es un objetivo de todos”.
Además, el presidente sostuvo que Castilla y León cuenta con uno de los mejores cinco sistemas sanitarios de España, según las Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, pero aún así reconoció que la Comunidad debe aspirar a mejorarla en prestaciones, equipamientos, humanización y calidad profesional, tanto en el ámbito rural como urbano, y tanto en Salud Pública como en la asistencia.
En esa línea, el jefe del Ejecutivo autonómico subrayó que el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2021 contempla un incremento del 21,6 por ciento para la Consejería de Sanidad, lo que recordó supone alcanzar la cota histórica del 7,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).
El grupo de expertos entienden que el sistema sanitario de Castilla y León no estaba diseñado para una pandemia de estas características, a lo que añadieron que poseía “importantes retos” que ahora se aceleran, como por ejemplo -señaló la Junta- la necesidad de aumentar la financiación del sistema sanitario o el número de profesionales formados, especialmente en algunas especialidades deficitarias, la importancia de prestar una atención de calidad y accesible en un territorio muy extenso, con alta dispersión y baja densidad poblacional, o la conveniencia de reorganizar un sistema cuyos cimientos datan de hace casi treinta años.
“Las debilidades mostradas nos han llevado a ser aún más conscientes de que es urgente tomar medidas de calado tanto en Atención Primaria, como en Atención Continuada, Atención Hospitalaria, Emergencias y Salud Pública, para fortalecer nuestro sistema ante un nuevo brote epidémico. Todo ello a fin de tener un sistema de salud fuerte, con suficiente capacidad para actuar sobre los retos que presenta esta nueva normalidad, y a la vez garantizar una asistencia sanitaria de calidad durante las próximas décadas”, indicaron.
Sus planteamientos se estructuran en tres niveles de actuación: Propuestas orientadas a responder a la actual pandemia; propuestas inmediatas y a medio plazo para asegurar la calidad, la seguridad y la sostenibilidad del sistema sanitario; y propuestas estructurales sobre el dimensionamiento y organización del sistema sanitario. Además, la Junta señaló que se complementan con los objetivos ya descritos por la consejera de Sanidad en su primera intervención en las Cortes en septiembre de 2019.
El grupo de expertos
El grupo de expertos estuvo formado, en representación de la Consejería de Sanidad, por José Luis Almudi, Alejandro Merino y Laura Sobrino; así como José Luis Nájera, en representación del Consejo de Farmacéuticos de Castilla y León, y Luciano Díez, por el Foro de la Profesión Veterinaria. Además, participó Pedro José Pascual, a propuesta de la formación Por Ávila; Mercedes Coloma, María Álvarez Quiñones, María José de la Fuente y Alejandro Vázquez, designados por el PP; Esther Fraile y Emilio Blanco, por Ciudadanos, y Pablo Oyagüez, por Unidas Podemos.
Inicialmente, el PSOE propuso a Inmaculada García Rioja, Diego Moreno, Mercedes Martín, Juan Lorenzo Gutiérrez, Elena Jaén, si bien hace semanas anunciaron que rompían las negociaciones y abandonaban este grupo de trabajo.