El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha valorado las palabras de despedida de Salvador Illa del Ministerio de Sanidad para ocupar su nuevo estatus de candidato a la Generalitat de Cataluña. Una despedida en la que ha llamado poderosamente la atención que el ministro saliente asegure, a pesar del alto número de contagios por COVID, con una incidencia cercana a los 900 casos por 100.000 habitantes un 24% de hostpitalizaciones y un 40% de ocupación UCI de enfermos con coronavirus, que "no me arrepiento de nada de lo que he hecho. Dejo mis responsabilidades en el momento en que lo tengo que hacer", y se ha mostrado muy seguro de que el virus "va a ser derrotado" con la ayuda de la vacuna. Vacuna que, por cierto, está llegando a cuentagotas a nuestra país tras los anunciados retrasos del envío de dosis por parte de las farmacéuticas y la dura batalla que anuncia la UE por el incumplimiento de los contratos.
Francisco Igea ha sido tajante: "He de reconocer que siento cierta envidia. Poder decir que uno no se arrepiente de nada después de todo lo que hemos pasado...qué suerte". Días atrás el portavoz del gobierno regional deseaba suerte en lo personal al ya ex ministro, al que considera "buena persona", y no atribuye su rechazo al toque de queda adelantado de Castilla y León a motivos electoralistas.