El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco (PP), y el vicepresidente, Francisco Igea (Cs), han comparecido hoy en una rueda de prensa conjunta para "trasladar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos de Castilla y León", después de que ayer el PSOE registrara una moción de censura contra el gobierno de coalición entre el Partido Popular y Ciudadanos, y que se debatirá en las Cortes los días 24 y 25 de marzo.
Ambos han asegurado que "la estabilidad y la cohesión de este gobierno está garantizada" y han defendido la fortaleza de un "gobierno unido de dos partidos que trabaja en la mayor de las sintonías y que cuenta con el apoyo de la mayoría de las Cortes". "El vicepresidente y yo ratificamos esa estabilidad y la confianza en el futuro", ha dicho Mañueco.
En este sentido, han señalado que la prioridad es proporcionar la estabilidad que necesitan los sectores económicos y sociales, trabajadores y familias en el contexto de la crisis del coronavirus. Preguntado sobre la posibilidad de que cuatro procuradores de Ciudadanos apoyaran la moción a pesar del pacto antitransfuguismo, Francisco Igea insiste: "Tengo absoluta confianza en que la gente que se presentó con nosotros lo hizo para cambiar las cosas, llegar a acuerdos y hacer políticas. Quien piense eso de nuestros procuradores es que no los conoce como yo. No hay nadie dispuesto a cambiar de voto por una dádiva, son gente honrada, el alma y lo mejor de nuestro partido".
Asimismo, el vicepresidente ha asegurado que en política un partido "no se define por con quién pacta, sino por lo que pacta, por las políticas que pactan", ya este respecto ha reiterado la defensa de las políticas de libertad y progreso, "que es lo que el acuerdo de cambio en esta comunidad autónoma refleja".
Finalmente, el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, ha mostrado su "total confianza" en la palabra de la líder de Ciudadanos a nivel nacional, Inés Arrimadas, quien ha garantizado hoy que su formación votará 'no' a la moción de censura en Castilla y León, y ha asegurado que no se planteó convocar elecciones como hizo su homóloga en Madrid, Isabel Díaz Ayuso, porque hubiera sido una "irresponsabilidad".