Un nuevo estudio ha identificado factores de riesgo clave que aumentan la probabilidad de que las personas desarrollen no solo una, sino múltiples enfermedades no transmisibles, como enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes, según publican sus autores en la revista 'Nature Medicine'.
Un equipo de investigación dirigido por la doctora Claudia Langenberg, de la Unidad de Epidemiología del Consejo de Investigación Médica (MRC) de la Universidad de Cambridge y el Instituto de Salud de Berlín y Charité University Medicine de Berlín, en Alemania, analizó los niveles de 1.014 metabolitos en más de 11.000 participantes en el Investigación prospectiva del cáncer (EPIC) -Estudio Norfolk.
Dos tercios de los metabolitos asociados a la enfermedad fueron compartidos por múltiples enfermedades y, por lo tanto, con la aparición de multimorbilidad, por ejemplo, los niveles plasmáticos elevados del carbohidrato N-acetilneuraminado se asociaron con un mayor riesgo de 14 enfermedades.
Luego, los investigadores examinaron la relación entre más de 50 características de los participantes del estudio EPIC-Norfolk identificadas cuando se inscribieron en el estudio, que van desde la proporción cintura-cadera hasta el comportamiento de fumar, para identificar hasta qué extensión los profundos cambios en las moléculas pequeñas puede explicar el efecto de los factores de riesgo comunes sobre el riesgo de enfermedad.
Este análisis destacó la mala salud renal y hepática, la glucosa y los lípidos en sangre, la diversidad microbiana intestinal y los factores del estilo de vida como posibles objetivos para la prevención o el tratamiento para reducir la carga de la multimorbilidad.
La doctora Claudia Langenberg, quien dirigió el estudio en la Unidad de Epidemiología del MRC, explica que "una comprensión tan profunda del proceso molecular tiene el potencial de no solo mejorar el tratamiento de la enfermedad, sino también ayudar a la identificación más temprana de las personas en riesgo. Por ejemplo --añade--, encontramos que varios metabolitos medidos fueron mejores predictores del riesgo futuro de enfermedad renal que las pruebas clínicas estándar actuales".
"Este trabajo solo ha sido posible porque pudimos medir las concentraciones de cientos de moléculas pequeñas en la sangre del paciente utilizando muestras almacenadas tomadas hasta veinte años antes del inicio de cualquier enfermedad, y la vinculación de registros de salud electrónicos de más de 11.000 participantes del estudio de EPIC- Norfolk", prosigue.
"Las personas no suelen desarrollar una sola enfermedad a largo plazo, por lo que si adoptamos un enfoque más amplio en lugar de centrarnos en una sola enfermedad a la vez podemos obtener una comprensión más útil de los procesos biológicos subyacentes --explica--. Los tratamientos que se dirigen a vías compartidas por dos o más enfermedades del paciente pueden ser más beneficiosos de una forma más coherente que evite aumentar el riesgo de otras enfermedades".