“Yo no me voy a afiliar al PP”, así de rotundo se ha pronunciado el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, de Ciudadanos, Francisco Igea, tras los trasvases de cargos de ambos partidos producidos en la última semana. Unas declaraciones realizadas tras finalizar el Consejo de Gobierno por el vicepresidente y portavoz, quien ha reiterado que "es más difícil levantar ideas que banderas".
Igea asegura que está en su cargo para hacer una política de regeneración, al igual que los 12 procuradores, con la intención de acabar con el clientelismo, apostar por la transparencia y la regeneración. En su opinión, en estos últimos días se está dando un “espectáculo”, pero no se está hablando de política. Sin embargo, en Castilla y León insiste en que se cumplirá el acuerdo programático alcanzado, que llevó semanas de negociación, y así se reafirmará en la moción de censura del próximo lunes.
En referencia al pacto firmado entre PP y Ciudadanos en Andalucía de no aceptar trasvase de cargos esta legislatura, Igea señala que no tendrían problema en firmarlo, ya que "ni el presidente de la Junta de Castilla y León ni nadie nos ha hecho semejante oferta”. Sin embargo, no lo considera necesario ya que se "fía" del presidente de la Junta porque es “una persona honesta” cuando ha dicho que el Partido Popular de Castilla y León no participa de una estrategia de compra de voluntades.
Además, el que fuera rival de Inés Arrimadas en las primarias de Ciudadanos, ha reconocido que la política de Castilla y León es más “tristona” y “menos sexy” que la batalla de Madrid y que desde hace meses se percibía que se estaba fraguando acabar con el centro, una estrategia a la que, dice, él no juega. Sin embargo, admitió que la renuncia y marcha de cargos de Ciudadanos le produce “depresión” porque no se hable de política y gestión, sino de un “culebrón”.