A 24 horas de la moción de censura, el PSOE se presenta sin los apoyos necesarios y PP y Cs sin mayoría
El líder socialista en Castilla y León, Luis Tudanca, se presenta este lunes en las Cortes sin tener los apoyos necesarios para que su moción de censura prospere, pese a que Partido Popular y Ciudadanos acaban de perder la mayoría absoluta con la baja de la procuradora salmantina María Montero de la formación naranja.
Tudanca necesita 41 de los 81 escaños de las Cortes para ganar la moción de censura contra la Junta de Castilla y León, presidida por el popular Alfonso Fernández Mañueco. Cuenta con los 35 procuradores de su grupo y los dos de Podemos. En el no están el PP (29 parlamentarios) y Cs (once), tras la salida de Montero, quien no ha aclarado el sentido de su voto, aunque sí ha denunciado que el cambio y la regeneración prometidos no se han cumplido. Vox se alinea con el “no”. UPL y Por Ávila también se reservan su voto.
El candidato socialista y su equipo han elevado en las vísperas del debate de la moción la presión sobre los procuradores de Ciudadanos, pero, tras la salida de Montero, la gran mayoría de los parlamentarios naranjas han expresado en declaraciones -el viernes- y en mensajes en las redes sociales su compromiso con votar en contra de la moción. En la dirección autonómica del partido se enmarca la salida de la procuradora salmantina en una decisión personal, a la vez que cierran filas con su socio ‘popular’.
En los últimos días, los socialistas han publicado un video en las redes sociales en el que se apela a la dignidad con Castilla y León y mantienen que “ha habido, hay y habrá conversaciones” con este partido. Entre tanto, Luis Tudanca ha recibido el respaldo de las ejecutivas provinciales socialistas, diputados y senadores y Consejo de Alcaldes de su partido.
Tudanca y Ana Sánchez, secretaria autonómica de Organización, reiteran que hay conversaciones con la formación naranja y anuncian que van a pelear hasta el último momento. Los dirigentes de Ciudadanos lo niegan e incluso el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, avisó al socialista que cuando “uno quiere comprar voluntades” eso es también corrupción.
“En mi grupo parlamentario no hay fisuras. Nadie se va a vender”, sentenció el portavoz naranja en las Cortes, David Castaño. “Está unido, vamos a votar en contra y se verá el lunes”, aseguró. Sin embargo, esa aseveración ya no se cumple después de la salida de Montero. La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, también ratificó el pacto de gobierno en Castilla y León, igual que la Ejecutiva que preside.
Es más, el movimiento del PSOE ha provocado un cierre de filas significativo entre PP y Ciudadanos e, incluso, entre las diferentes familias del partido naranja que se han unido en contra de la moción. Está previsto que después del debate de la moción se pueda escenificar la renovación del pacto de Gobierno y el compromiso de terminar la legislatura de la mano en el Ejecutivo.
Para los socialistas, que no tiran la toalla, está claro: se trata de elegir entre “corrupción o decencia”. Ana Sánchez planteó que esa es la disyuntiva que se presenta en el pleno a todos los procuradores, aunque con la mirada en los doce de Ciudadanos. A ello unen desde el PSOE que es la última oportunidad de los naranjas para cumplir con el cambio que prometieron en mayo de 2019 y se frustró por el pacto con el PP.
En su intervención ante el plenario del lunes, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el vicepresidente, Francisco Igea, pondrán en valor que el pacto se cumple, en una defensa que avalan los grupos Popular y de Ciudadanos, cuyos portavoces, Raúl de la Hoz y David Castaño, no creen que existan razones para presentar una moción de censura e incluso lamentan que sea en este momento, cuando los esfuerzos tienen que estar en superar la pandemia y en la recuperación.
Obligado por los hechos
La primera moción de censura contra el Ejecutivo autonómico en la historia de la Comunidad se precipitó el miércoles 10 de marzo después de su presentación en Murcia por PSOE y Ciudadanos -ya rechazada- y la convocatoria de elecciones anticipadas en Madrid. Los socialistas, que llevaban varias semanas sin descartarla, tenían pensado presentarla más tarde, cuando tuvieran los apoyos para ganarla.
Sus dirigentes así lo han reconocido e incluso la justifican en que les “consta” que el presidente de la Junta tenía pensado convocar elecciones en la Comunidad por recomendación del PP nacional. Él lo ha negado, igual que el vicepresidente Igea, a quien le aseguró que un acto así sería “irresponsable” en este momento de pandemia.Tras su presentación, se han producido actos para escenificar el cierre de filas entre los socios. El mismo miércoles los portavoces Popular, Raúl de la Hoz (PP), y David Castaño (Cs), comparecieron en una rueda de prensa conjunta. El primero se mostró tranquilo con la palabra de su socio. “Abandonen toda esperanza, cumplimos lo que firmamos”, sentenció el segundo.
El jueves, antes de la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, fueron Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Igea los que comparecieron ante la prensa para ratificar la estabilidad del Ejecutivo y la buena salud del pacto. El primero negó que hubiera pasado por su cabeza convocar elecciones y el segundo lo corroboró.
Un día después la foto se produjo en las Cortes, con la comparecencia del grupo de Ciudadanos, entre ellos el presidente de la Cámara, Luis Fuentes, y el propio Igea, y también María Montero. “Somos una piña”, dijo entonces su portavoz, David Castaño. En las filas socialistas, se respondió a esos actos de cierre de filas con la aseveración de que han presentado la moción para ganarla si no “no lo hubiéramos hecho”, sostuvo Tudanca.
Así Junta, PP y Cs acuden a la sesión en las Cortes con la confianza de que la moción de censura será rechazada, mientras que en el Grupo Socialista se considera una necesidad su presentación, como partido que ganó las elecciones de mayo de 2019, para visualizar la posibilidad de un cambio y una alternativa de futuro a la Comunidad.