Se cerró la moción de censura no sin tener encogidos los corazones de muchos cargos, más allá de Alfonso Fernández Mañueco, que llevará en su currículum la mancha de sufrir la primera moción de censura en la corta historia del Gobierno de Castillay León, con el resultado, previsible según avanzaba el fin de semana, de no contar el socialista Luis Tudanca con los apoyos suficientes, 41 procuradores. Fueron 37, PSOE más Podemos, y tres abstenciones, UPL, Por Ávila y la procuradora no abscrita -ex de Cs- María Montero. Atrás queda un no menos sorprendente hecho que podrá marcar el transcurrir de los plenos de las Cortes de Castilla y León, la pérdida de la mayoría absoluta por parte de PP y Cs.
Ya pasada la votación y conocido el resultado, es hora de analizar acontecimientos que pasaron y pasarán. No queremos pensar en la bomba que lanzó el procurador de Podemos Pablo Fernández, su "impresión personal" de que a lo largo de la pasada semana han corrido maletines en la Comunidad Autónoma de Castilla y León para afianzar la lealtad de los miembros de Ciudadanos. Un torpedo en la línea de flotación del mismo PP en momentos en los que aún colea el caso de la moción murciana. Algo que dejó claro también Tudanca en su réplica a David Castaño de que el "PP va comprando cargos en toda España".
La moción de censura tenía todos los visos de salir adelante, con tres procuradores/as de Ciudadanos, dos estaban a favor, pero el tercero -el que levantó las sospechas de Pablo Fernández- se echó para atrás. Ello conllevó que solo María Montero fuera la que dejara el grupo de Ciudadanos. Como también, según dijo el propio Luis Mariano Santos, el PSOE no entabló conversaciones con UPL porque faltaban procuradores para conseguir su aprobación. Las cosas como son. Si el PSOE hubiera contado con los/as tres procuradores/as de Cs, seguro que UPL hubiera puesto encima de la mesa sus pretensiones y, vamos, que iban para adelante, porque son muchos los intereses que hay en juego en la provincia de León.
Pero existe un después. El después de que Cs ha quedado marcado para toda la legislatura como fiel aliado del PP, algo que le pesará, y mucho, en las próximas elecciones. Decían los mentideros por los pasillos de las Cortes que "hoy, Cs, ha firmado su acta de defunción en Castilla y León". Ese es el mayor lastre con que sale Cs de esta moción de censura, al margen, se conoce que las bases, en su mayoría, no estaban ni están de acuerdo en la posición adoptada por Luis Fuentes, David Castaño y Miguel Ángel González, de seguir los pasos de Francisco Igea que se siente "más que cómodo" en este Gobierno con Mañueco. A pesar de que su portavoz parlamentario, David Castaño, hiciera el discurso más agrio y duro de su paso por el hemiciclo regional. Es que la 'avería' que le ha hecho la moción a Cs es mayúscula, no solo romper el Grupo, sino también dejarlo en evidencia como un apéndice ante los ciudadanos de Castilla y León.
El futuro del presidente Fernández Mañueco, sí seguirá como presidente de la Junta, pero no es menos cierto que su imagen puede haber quedado tocada de cara a metas superiores. Porque en el pleno se han dicho muchas cosas. Muchas. Demasiadas, que no vienen aquí a colación. Además, con ese lastre de la moción de censura y el de Cs en horas más que bajas, e incluso en descomposición, le llegan los congresos provinciales del PP en los que hay mucho en juego, tanto o más que en ganar o perder la moción de censura, como es el futuro del PP de Castilla y León con el poder que tienen las provincias, sobre todo a la hora de confeccionar las listas electorales, tanto locales, provinciales, regionales o nacionales. De sobra, además, se conoce la postura de Teodoro García Egea respecto al PP de Castilla y León, con Salamanca a la cabeza. No hay que mirar más que para el sur, lo acontecido en la elección de compromisarios al congreso provincial de Sevilla, que se celebra el próximo sábado, víspera del Domingo de Ramos. Es el refrán hecho realidad, 'cuando las barbas de tu vecino veas pelar...".
Por de pronto no se esperan acontecimientos de crisis de Gobierno regional y el cambio de consejeros. A todos va bien, la pandemia está de por medio y cuantos menos sobresaltos haya, mejor que mejor en tiempos tormentosos cuando las aguas bajan turbias en unos y otros.
Tudanda también ha quedado preso de Cs
Y de Tudanca, también ha quedado tocado y preso de la situación actual de Cs. Sospechamos que en un primer momento creyó en que la desafección interna en el Grupo de Ciudadanos, en el que el vicepresidente Igea estaba en la máxima minoría, la moción saliera adelante, pero no salió, como le aconteció a su partido en Murcia. No sabemos, a ciencia cierta, si esta moción de censura iba de la mano con la de Murcia, orquestada en Madrid por Pedro Sánchez e Inés Arrimadas para desbancar al PP y, de paso, limpiar la lideresa -aunque ahora menos- de Cs a desafectos con su causa. Los socialistas se han visto abocados al precipicio de una estrategia que en Castilla y León -con un Cs vinculado al centro derecha- tuviera visos de prosperar. Y esta pérdida de la moción también pesará sobre Luis Tudanca, aunque le haya dado altavoz e imagen en todos los medios de comunicación nacionales. Pero no, las mociones de censura se hacen cuando se sabe que se ganan, porque de lo contrario siempre puedes salir trasquilado, como le puede haber pasado al candidato socialista.
Aún quedan dos años y algunos meses para las próximas elecciones autonómicas y locales, porque más lejos de la realidad que Mañueco haga un 'ayuso' de convocar elecciones anticipadas, aunque ahora le tocará lidiar en cada pleno con un nuevo aliado. Los candidatos aún es pronto para que asomen sus gañotes -a alguno se lo podrían cortar, cosas de la política-, pero seguro que habrá sorpresas, porque este momento político y el que vendrá tras el día después, es turbulento y las turbulencias en política siempre se llevan a alguno por delante. Vean.
Para finalizar, lapidarias fueron las palabras del candidato socialista y el portavoz naranja. Luis Tudanca auguró el fin de Ciudadanos al no aprovechar la oportunidad de la moción de censura. “Ha sido un placer conocerles, hasta siempre señores de Cs”. Ante estas palabras, el portavoz del Grupo de Ciudadanos, David Castaño, le pidió "déjenos morir en paz", a lo que Tudanca añadió: "Descansen en paz". Qué tiempos, ay!