El Centro de Desarrollo Económico Simón Ruiz de Medina del Campo ha albergado este sábado el epílogo del Congreso Internacional ‘El tiempo de la libertad. Comuneros V centenario 1521-2021’, que bajo el título ‘Monarquía y rebelión comunera. Una visión institucional y jurídica’ ha reunido a expertos en torno a distintas propuestas temáticas.
El profesor de la Universidad de Valladolid Emiliano González ha abierto la sesión con la intervención ‘La Ley Perpetua y las reivindicaciones comuneras’, marco en el que ha subrayado la presencia del derecho en el conflicto de las Comunidades y ha puesto de relieve cómo desde el inicio de la revuelta el bando comunero envolvió su enemistad regia como una guerra no contra el rey, sino al servicio del rey, apelando a la defensa de la tradición jurídica y al respeto del derecho del reino.
En su conferencia, González ha ahondado en que los líderes de la revuelta trataron de justificar todas sus decisiones en el ámbito de la legalidad, desde la impugnación de la regencia por falta de legitimidad hasta la reivindicación de un mayor protagonismo en la gobernación del reino o la presentación de la propuesta de "ley perpetua", donde se recogen por escrito unas aspiraciones políticas y jurídicas que la realidad de los hechos hizo fracasar.
La cita también programaba la presentación de ‘El régimen jurídico e institucional de la Monarquía de Carlos V’ a cargo del profesor José Sánchez-Arcilla Bernal, de la Universidad Complutense, quien ha incorporado a su ponencia una parte de la del Miguel Ángel Chamocho, de la Universidad de Jaén, quien no ha podido tomar parte. En este sentido y tras abordar la situación del derecho castellano a principios del siglo XVI, que fue una continuación de lo que se había iniciado en los siglos altomedievales, se ha centrado en su tema, del que ha desgranado sus antecedentes: la unión de las coronas de Castilla y Aragón se llevó a cabo con la figura de Carlos I, ya que en los siglos anteriores habían sido independientes. De hecho, ha precisado, el concepto de “corona” surgió en Aragón, donde cada uno de los territorios mantenía su propia entidad jurídico política (Cortes, moneda, naturaleza), mientras que la corona de Castilla, constituida por Fernando III ‘El Santo’, aglutinaba a distintos reinos (Castilla, León, Córdoba, Jaén…) pero las instituciones, moneda y naturaleza eran las mismas.
EL PROCESO JUDICIAL, LA CONDENA Y EL PERDÓN
Por su parte, Félix Martínez Llorente, de la Universidad de Valladolid, ha viajado en ‘El proceso judicial y la condena de los capitanes comuneros’ hasta el 24 de abril de 1521, día siguiente a la batalla de Villalar, cuando los tres capitanes comuneros (Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado) fueron sometidos a juicio sumarísimo y acusados de cargos de una extrema gravedad penal: haber cometido delito de Lesa Magestad (rebeldía y traición contra el rey), lo que conllevaba, en aplicación de las leyes del reino, la imposición de la pena capital y subsidiariamente la pérdida de sus oficios públicos, patrimonio y bienes.
El profesor, que ya intervino en la tarde del pasado jueves en el Congreso Internacional, ha explicado cómo, debido a su notoriedad, el juicio se desarrolló con extrema rapidez y con menos exigencias procesales por tratarse de un delito in fraganti y notorio. La pena capital impuesta fue ejecutada ese mismo día mediante degollación y posterior decapitación debido a su condición de nobles, con la exposición pública posterior de las tres cabezas.
De manera previa a la celebración de una mesa redonda, el profesor Carlos Belloso, de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, ha centrado su intervención en el Perdón General de 1522, para lo que ha recordado que, tras su Coronación como Emperador en Aquisgrán, Carlos V regresó a España en julio de 1522, tras la Guerra de las Comunidades. Fue durante la estancia en Palencia cuando se elaboró el Perdón General, que proclamado en Valladolid el día de Todos los Santos, había de darse a las ciudades comuneras y a los comuneros como personas individuales, a quienes también se perdonaban sus crímenes y delitos. Pero de ese perdón estaban exceptuados 293 cabecillas y nombres destacados, algunos de los cuales fueron ejecutados mientras que la inmensa mayoría se exilió para evitar el castigo.
El epílogo celebrado en Medina ha puesto el punto y final al Congreso Internacional, clausurado este viernes con la conferencia ‘El sueño comunero y la España que no pudo ser’ a cargo de Ricardo García Cárcel, de la Universidad Autónoma de Barcelona, quien cerraba una cita que ha programado más de una veintena de conferencias y alrededor de 30 comunicaciones que se publicarán en una monografía.