El secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, volverá a pedir la confianza de la militancia en el Congreso Autonómico que se celebrará los días 27 y 28 de noviembre en Burgos.
Así lo anunció formalmente durante el Comité Autonómico celebrado hoy telemáticamente en el que sostuvo que "durante los últimos siete años me habéis dado vuestra confianza y vuestro apoyo sin límites. Nunca podré agradeceros el inmenso honor que me habéis concedido".
"Hemos logrado cosas impensables en esta tierra. Hemos dejado al antaño todopoderoso PP de Castilla y León noqueado y en la lona, hemos vuelto a ganar las elecciones más de 30 años después y hemos hecho que el cambio esté más cerca que nunca", continuó.
Pero, advirtió que "no hemos terminado nuestro trabajo. Ganamos una vez. Y volveremos a hacerlo. Gobernar es posible, el cambio es más necesario que nunca. Castilla y León lo necesita. Y el PSOE es el partido que necesita Castilla y León".
En su intervención, Tudanca señaló que "el PSOE de Castilla y León ha demostrado una fuerza y una convicción inquebrantables. Durante estos años nos hemos levantado una y otra vez, cada vez más fuertes y unidos frente a cada adversidad. Y sobre todo, con cada paso hemos demostrado siempre nuestros compromisos con esta tierra y con su gente. Porque no nos rendimos, porque estamos convencidos de que Castilla y León tiene presente y futuro".
"Por eso, hoy, podemos decir con la cabeza bien alta y el aval de todo lo que hemos demostrado, que el PSOE es el partido de esta tierra", afirmó el líder socialista.
Tudanca quiso dejar en evidencia que ha quedado patente que existen dos modelos políticos en esta Comunidad: "los que cierran los consultorios frente a los que los abren y blinda la sanidad rural; los que apuestan por la atención telefónica frente a los que defienden la atención presencial en nuestra sanidad; los que perdonan impuestos a los que más tienen frente a los que defienden los incentivos fiscales en el medio rural; los que no renuevan los contratos a los investigadores frente a los que apuestan por el talento joven y la investigación; los que especulan con las energías renovables frente a los que quieren hacer compatible su desarrollo con la sostenibilidad; los que tienen el patrimonio abandonado frente a quienes defienden invertir en él para crear riqueza y empleo".
Respecto a la moción de censura presentada en marzo contra el Gobierno de Mañueco, subrayó que "cada cosa que ha hecho la derecha, antes, durante y después de la moción de censura, me ha convencido aún más de lo necesaria que era. Para defender la decencia, para defender a los castellanos y los leoneses y a esta tierra de quienes llevan décadas esquilmándola y despoblándola. Y para demostrar que sigue habiendo otro camino, otra alternativa. La de quienes no nos resignamos, la de quienes creemos en Castilla y León y en sus oportunidades".
"Hay quienes se preguntaban si mereció la pena presentarla si, finalmente, no se ganó. Primero, estoy convencido de que probó a la gente de que no hay más alternativa que la nuestra para devolverle la esperanza a Castilla y León. Caídas las caretas, nadie podrá volver a engañar con falsas promesas de cambio y regeneración. O el PP de la despoblación y la corrupción, o el PSOE de Castilla y León", argumentó Tudanca.
Y, a pesar de que la moción no prosperó, continuó, "salimos de aquel debate aún más fuertes y con un gobierno sin rumbo y sin mayoría que ahora no puede impedir algunas iniciativas beneficiosas para los ciudadanos".
No se olvidó del presidente ausente de la Junta de Castilla y León. "El señor Mañueco ha hecho de la confrontación con el Gobierno de España su única política para tapar su incompetencia. A pesar de haber recibido más ayuda y más fondos que nunca, utiliza las instituciones de todos sin pudor para hacer la oposición más furibunda al Gobierno de España, pone al servicio del PP y de Pablo Casado el Gobierno de Castilla y León. Y eso es intolerable", incidió Tudanca.
En su intervención recordó que Mañueco, tras perder la mayoría en el hemiciclo, no ha dudado en pactar con la extrema derecha, o en criticar a organismos e instituciones "cuando no les ha gustado lo que decían". Por eso, dijo, "debemos rearmarnos. Defender nuestro modelo con convicción y firmeza".