Llegan Las perseidas o Lágrimas de San Lorenzo. Esta famosa lluvia de "estrellas fugaces" tiene su pico máximo sobre el 12 de agosto y se denominan así porque aparecen días después de la festividad de San Lorenzo, el 10 de agosto. Natacha Paya, experta de Meteored, ofrece las claves para disfrutar de este fenómeno astrológico.

¿Cómo se producen? Desde el 17 de julio, las famosas perseidas, que son partículas de gas, polvo y materiales rocosos que desprende el cometa 109P/Swift-Tuttle, comparten el cielo con las delta acuáridas.

Al igual que todos los cometas, durante su órbita forma anillos en los que se encuentran los fragmentos cometarios. La Tierra, en su movimiento de traslación alrededor del Sol, se encuentra con esas estelas y algunos de sus fragmentos son atrapados por el campo gravitatorio y caen a gran velocidad por nuestra atmósfera, produciendo las estrellas fugaces. Su 'radiante' -punto del que parecen surgir- es la constelación de Perseo, de ahí su nombre astrológico.

La última vez que el cometa Swift-Tuttle pasó cerca del Sol, en 1992, dejó la corriente más densa de escombros y desde entonces, esta lluvia de estrellas decrece progresivamente; de hecho se espera el repunte para el año 2125. 

¿Delta acuáridas o perseidas? Cómo diferenciarlas

Hasta el 23 de agosto las perseidas compartirán cielo nocturno con las delta acuáridas. Para diferenciarlas solo hay que observar el movimiento de los meteoros: si el destello procede del norte se trata de las perseidas; si aparece por el sur estaremos viendo las delta acuáridas.

Esta lluvia de estrellas nos acompañará hasta el 24 de agosto y será visible desde todo el hemisferio norte en pleno verano. La velocidad de los meteoros superará los 50 kilómetros por segundo y la tasa de actividad puede llegar a los 200 meteoros/hora. Su momento de máxima actividad serán las noches del 12 y 13 de agosto.



Claves para observarlas mejor

Alejarse de las ciudades o zonas con contaminación lumínica, situarse en miradores, zonas de montaña... es lo mejor para disfrutarlas. Es importante llegar entre media y una hora antes para que la vista se acostumbre a la oscuridad y dirigir la mirada a las zonas más oscuras, en dirección opuesta a la Luna, que estará en fase creciente.