En un día nuboso en el cielo de Valladolid, sobre el que se ha abierto paso la luz del sol, como perfecta metáfora del camino de huída de los más de 200 ciudadanos afganos que han llegado a Castilla y León, el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, y la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, han dirigido y coordinado, respectivamente, la primera reunión de la Comisión de Coordinación de Refugiados Afganos.
Francisco Igea se ha mostrado contundente al hacer balance de una misión que “se vende como un éxito pero que, en realidad, es un fracaso internacional”. También, ha vuelto a ratificar la disponibilidad de los servicios de la Junta para ayudar “todo lo posible” tras una situación en la que, tras el “fracaso, conjunto, de Europa y Estados Unidos, el viejo continente debe reflexionar sobre su papel en el mundo”. El también portavoz del gobierno regional se ha mostrado apesadumbrado al insistir, de nuevo, en que “la misión no era ésta”. A este respecto, ha manifestado su implicación en la responsabilidad que se está, “desde ya”, llevando a cabo a la hora de ser “responsables y asistir a aquellas familias que colaboraron con los desplegados en Afganistán a lo largo de los años y que, ahora, huyen de un régimen que no respeta los Derechos Humanos Fundamentales”.
En este primer encuentro, se ha ratificado la voluntad conjunta, tanto del gobierno autonómico como de las instituciones benéficas con las que se colabora, de “ofrecer toda la ayuda necesaria a las 38 familias afganas” venidas a la región. Asimismo, se ha dado a conocer la cantidad de población menor, que asciende hasta el 45% sobre el total de los más de 220 ciudadanos afganos.
Además, ha realizado un llamamiento al Gobierno central “sobre el problema crónico del reconocimiento de asilo a los refugiados porque, la legislación española, impide el derecho al trabajo en este caso”. Ha asegurado, en este sentido, haber “avisado, antes de la crisis, de esta situación ante la que el Estado debe plantearse una mayor agilidad”. También ha aseverado que el caso afgano es el actual pero que, no sólo ahora, el Estado debe pensar en una solución con los “miles de refugiados venezolanos, cubanos, etcétera, que solicitan asilo y no pueden trabajar”.
Por otra parte, Igea ha reiterado la intención de integrar a esta población “que huye del terror” a la mayor brevedad posible, de cara a garantizar la escolarización, actualizar sus calendarios vacunales, tanto de la vacunación general como de la inoculación contra la Covid-19 y, también, en el tejido laboral. “Estamos, casi, seguros de que ninguno ha recibido la pauta de vacunación completa pero, lo más probable, en coordinación con Salud Pública, es que hagamos un test serológico para comprobar quién tiene anticuerpos y, en función de los resultados, inocular la doble dosis”, ha asegurado el vicepresidente de la Junta con respecto a la vacunación.
En cuanto al proceso de escolarización, Igea ha valorado que, además de la inserción de los menores en la enseñanza, también se trabaja en ofrecer el aprendizaje de la lengua castellana, que es más laboriosa en el caso de los adultos ya que los menores poseen una mayor permeabilidad a todo aprendizaje.