El Gobierno de España, a través del Ministerio de Igualdad, tiene la intención de dictar una norma que limite la objeción de conciencia por parte de los médicos sobre la práctica del aborto en los casos indicados. Algo que al vicepresidente, portavoz y consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, Francisco Igea, no le gusta nada. Al médico y político, “le parece mal” que se restrinja “un derecho individual en beneficio de otro colectivo”, para garantizar esta prestación a las mujeres que lo demanden en los plazos previstos en la legislación, ha afirmado en la comparecencia posterior a la reunión del Consejo de Gobierno.
De esta manera, se podía ampliar así las posibilidades de que los hospitales públicos puedan atender abortos de una forma más amplia que ahora, sin embargo, el portavoz de la Junta ha dicho que todo lo que sea restringir derechos individuales le parece "mal".
No existen derechos colectivos
Como ya ha advertido en varias ocasiones, Igea cree que se puede compatibilizar el ejercicio del derecho al aborto y la despenalización de esta práctica con la protección de los derechos individuales y señaló que no se pueden situar por debajo de otro colectivo. Y como enunció en el pasado martes durante la sesión de las Cortes, “no existen los derechos colectivos, son individuales”.
También ha dejado claro que la libertad de expresión, la libertad religiosa o la objeción de conciencia son derechos «sagrados, los ejerza quien los ejerza y donde los ejerza» y ha concluido que esto se ha convertido en una subasta “para ver qué colectivos son más importantes y tienen más derechos que otros” y ha remarcado que su objetivo es garantizar el cumplimiento de los individuales.