Francisco Igea: "En Ciudadanos ya solo quedamos los traidores"
El líder de Cs en Castilla y León analiza los problemas de su partido y defiende que las discrepancias no se pueden saldar con la expulsión o el transfuguismo
10 octubre, 2021 07:00Noticias relacionadas
Con Francisco Igea en la Junta de Castilla y León el aburrimiento no es una opción. De él dice el propio presidente Mañueco que es “impulsivo”, rasgo del carácter que le lleva a defender con vehemencia su posición sobre cualquier asunto de actualidad, a ser posible con una buena dosis de inteligente ironía. Elocuencia y combatividad forman parte también de esta figura política tan poco frecuente hoy en día.
Durante la pandemia, Francisco Igea (Valladolid, 1964) ha sido la cara visible de las duras medidas quirúrgicas adoptadas contra el COVID, avaladas además por su condición de médico. Medidas que le han granjeado críticas y enemigos. Desde 2019 forma tándem con el PP de Alfonso Fernández Mañueco, con quien gobierna la comunidad autónoma más extensa de España, y con quien incluso ha superado una moción de censura.
Es seguramente el ‘barón’ de Ciudadanos menos estereotípico y más crítico con el partido. Su trayectoria política comenzó con UPyD, desde donde dio el salto a Ciudadanos. Ganó las primarias de Castilla y León tras denunciar un ‘pucherazo’ con el que la dirección quiso imponer a la ex popular Silvia Clemente como candidata a la Junta. Se enfrentó a Inés Arrimadas en las primarias tras la dimisión Albert Rivera, y perdió. Pero para Igea perder no significa renunciar a su tesis de lograr un partido más democrático desde lo local: “Aquí tomamos nuestras propias decisiones”.
¿Es consciente de que el centro político lo tiene muy complicado, porque si hace de resorte, tiene que decantarse a un lado o a otro. ¿Cree que esa tesitura es la que ha puesto en una situación complicada a Ciudadanos a nivel nacional?
Lo que puso a Ciudadanos a una situación complicada fue no ser capaz de hacer lo que hemos hecho aquí, articular un gobierno, proponer tus reformas y llevarlas a cabo. Yo siempre digo que para hacer política no hay que ser presidente.
Perdió la oportunidad Albert Rivera…
Perdió una oportunidad histórica. Es el mayor error histórico de la política española del siglo XXI y no incluiré el XX, porque tenemos nuestros más desgraciados episodios.
"Para hacer política no hay que ser presidente"
¿Qué le parece la trayectoria posterior de Albert Rivera, que ahora asesora al Partido Popular?
Yo soy muy respetuoso con la trayectoria personal y profesional de Albert Rivera. No comparto las decisiones que se tomaron, y lo dije en su momento, Pero dicho esto, nunca negaré el valor político de Rivera ni su capacidad de liderazgo y muchas cosas buenas que ha hecho por este país. No soy de las personas que opinan que cuando alguien cambia de partido es el horror de los horrores y la traición de las traiciones. Las personas pueden cambiar de opinión, pueden pensar que se han equivocado. Y es un veneno de la política y muy especialmente de nuestro partido demonizar a la gente.
Lo que pasa es que hay ejemplos muy escandalosos. Por ejemplo, el de Toni Cantó, que en apenas 24 horas pasó de retirarse de la política, a volver al teatro y a fichar por Ayuso. Eso quizás es lo menos estético, lo que más cala en la sociedad.
Yo siempre digo que la planta que con más cuidado tiene que cultivar un político es su hemeroteca. Tienes que ser cuidadoso y a mí me acusan a veces de serlo demasiado, pero también creo que los ciudadanos tienen que entender que es posible la evolución en política. Es verdad que hay casos que son mucho más llamativos, pero si se hiciera un repaso de todos los comentarios en Twitter de militantes, exmilitantes, cargos y ex altos cargos en mi partido se verían cosas sorprendentes. Yo sigo en mi partido. Un buen día le dije a alguno de Ciudadanos: en este partido ya solo quedamos los traidores.
¿Qué le parece el fichaje de Pablo Yáñez y qué puede aportar al Partido Popular de Valladolid?
Yo solo tengo una cosa que decirle y ya se la dije, a Conrado, cuando me lo encontré después de conocer el fichaje. Le dije una sola cosa: Cuídate.
¿Cree que Ciudadanos se ha construido mal desde la base, como les ha ocurrido a otros partidos nuevos? Albert Rivera reclutaba candidatos y buscaba perfiles jóvenes, que fueran buenos oradores…
Es verdad que tuvimos una época de fichajes, buscando una imagen arquetipo de Ciudadanos, y he de decir que me hice toda mi primera campaña y la segunda al Congreso: yo, a pesar de lo que veis, soy el candidato de Ciudadanos. En política ha faltado mucho contar con gente no sólo que tenga una edad, una juventud, un aspecto físico, sino que tenga algo en la cabeza, un proyecto de país, que haya leído y que tenga experiencia. La experiencia está muy mal valorada en España, algo que no acabo de entender. Si yo me presentara a candidato a la presidencia a los EE. UU. sería un joven imberbe. Yo siempre digo que la frescura está bien para la lechuga, para la merluza, pero para la política no siempre es lo mejor. Pero sobre todo a este partido le ha faltado, y a todos, ser capaz de gestionar la discrepancia y de aprovecharla para mejorar. Y es algo que no mejora y a mí es lo que más me preocupa. Las discrepancias en los partidos no se pueden saldar con la expulsión o el transfuguismo, sino con debate y mejora de las propuestas. Si tú no tienes en tu equipo gente que te lleve la contraria, si no eres capaz de gestionar eso, tu oferta política siempre es mucho peor, porque está mucho menos llena de matices, y tiende a equivocarse con mucha más frecuencia. Porque si todo el mundo te dice qué guapo, qué listo y qué bueno eres, te vas dando bofetadas como ha sucedido. Los míos no hacen más que decirme te estás equivocando, esto no lo hagas, haz otra cosa. Y eso nos permite que los ciudadanos nos vean como gente más sensata. La catástrofe del cesarismo es esa.
"A Conrado le dije solo una cosa: Cuídate"
¿Ha sido ese el problema de Ciudadanos?
Cuando nosotros hablamos de lo que ocurrió en el partido en los últimos años, el problema no es esta persona o esta otra, sino cómo tenemos una organización que es capaz de dar la mayor participación, de asumir la crítica y asegurar que en todos los órganos de decisión, a todos los niveles en el partido, hay debate interno, hay propuestas diferentes y no hay unos señores dispuestos a agradar al que te coloca en una lista. Mientras esto sea así, vamos a tener un problema en toda España que tiene mucho que ver con el crecimiento de los partidos localistas y que está generando un problema de gobernanza política nacional muy importante. Necesitamos que los partidos sean democráticos desde lo local, que los políticos dependan de los ciudadanos, sino del terreno.
"Las discrepancias en los partidos no se pueden saldar con la expulsión o el transfuguismo"
Eso en Ciudadanos ocurrió en Castilla y León cuando se trató de imponer desde Madrid a una candidata con el resultado que ya conocemos… ¿Ese estilo está cambiando ahora con Inés Arrimadas?
Pues es que esa no era la propuesta de Inés. Nosotros sí nos presentamos al congreso del partido defendiendo esto, un sistema de participación local mucho más intenso, de asegurar que la Ejecutiva Nacional hubiera siempre presencia de los territorios, no solo quienes son partidarios del presidente del partido. Toda la ejecutiva nacional está designada por el presidente del partido, no hay cargos electos, no están los candidatos elegidos a presidente autonómico. Están sólo si quiere el presidente. Y eso no ha cambiado, sino que se ha acentuado. Lo que ocurrió aquí ocurrió en Cataluña. Había un candidato sin que hubiera primarias. Se toman decisiones sin contar con el partido a nivel territorial.
Eso al final le quita arraigo territorial al partido y el ciudadano lo ve como algo impuesto desde Madrid.
Son señores que hacen lo que les dicen. Los ciudadanos esos lo llevan fatal. Por eso nosotros siempre hemos intentado dejar bien claro que aquí tomamos nuestras propias decisiones. Cuando se presentó la moción de censura no preguntamos a nadie, no tardamos ni cinco segundos en decir esto aquí no va a suceder. Entre otras cosas, porque es muy importante que los ciudadanos piensen que uno no está aquí sentado pendiente de una llamada de teléfono. Estamos cumpliendo un programa, un compromiso, un acuerdo y somos los garantes del cumplimiento.
Deduzco entonces que sí recibieron una llamada para indicarles lo que tenían que hacer en la moción de censura.
La llamada fue para que votáramos en contra, pero la llamada se produjo después de que nosotros ya hubiéramos dicho lo que íbamos a votar. Hablé esa misma mañana con el presidente y con nuestro portavoz parlamentario y en ese momento decidimos, sin esperar a nada más, dejar bien claro que esto no iba a suceder.
¿No recibió entonces ninguna indicación, antes de pronunciarse, de Inés Arrimadas ni de nadie de la Dirección?
No, lo más sorprendente es que me enteré de la moción de censura de Murcia oyendo Onda Cero. Aunque sabía que era muy probable en Castilla y León, porque se había dado vueltas y vueltas al asunto, a pesar de que Tudanca había dicho veintisiete veces que él no la presentaría y que solo lo haría para ganar. Pero conozco bien al personaje, sé que es un hombre obediente y que a una llamada del Gobierno va a ir a todo correr, a cumplir lo que se le diga, porque siempre ha sido así.
Me imagino que ese fin de semana en el que María Montero anunció que se iba un viernes por la tarde lo viviría con muchísima tensión…
Tuvimos una reunión ese jueves en el grupo parlamentario y esto se anunció viernes. Todos hablamos sobre cuál era nuestra situación y la del partido. He de decir que María Montero no manifestó ni una sola discrepancia ideológica. El otro día en las Cortes dijo que hablaba por primera vez con libertad, que era fiel a sus principios e ideales. Hasta ese momento y en esa reunión Montero no habló de principios e ideales de ningún modo. Es verdad que había cierta tensión en el funcionamiento del grupo, pero ni había discrepancias, ni las hay ahora, en nuestra acción de Gobierno. Quienes verdaderamente son unos héroes en estas circunstancias son nuestros procuradores. Por lo tanto, nunca hubo esa duda, nunca nos hemos planteado autocensurarnos. Hubo quien trató de aprovechar la oportunidad para obtener otras ventajas y nosotros dejamos muy claro ese día que esto no iba a ser. Entre otras cosas porque si esto hubiera sucedido, nosotros hoy sí estaríamos en una situación de debilidad. Si nosotros hubiéramos cedido a las pretensiones que puso María allí, era cuestión de ver dónde se pone el precio. Ella sabe lo que le prometió el Partido Socialista. Yo también sé las ofertas que hizo el Partido Socialista. Pero aquí no hubo cuestión de principios.
"Si hubiéramos cedido a las pretensiones que puso María allí, era cuestión de ver dónde se pone el precio"
¿Fue cuestión entonces de dinero, o de cargos?
No hubo ninguna cuestión de principios y desde luego nadie, y había veinte personas en esa reunión, puede decir que esta persona manifestó una discrepancia ideológica, habló de su situación personal. Esto es lo que nos hace a nosotros sentirnos hoy fuertes porque sabemos que a esta tentación nosotros no vamos a ceder.
¿Cómo es su relación con Inés Arrimadas? ¿Cree que es la persona que hará renacer Ciudadanos?
En lo personal, evidentemente, no somos amigos íntimos, pero yo tengo un respeto por una persona que ha arriesgado mucho y que ha representado a nuestro partido en el sitio más difícil de España, que ha arriesgado su vida personal, profesional y ha sido insultada, amenazada. Si no tuviera respeto por esa persona, no sería yo una persona decente. No comparto su estrategia política, comparto nuestro programa, lo que proponemos como modelo ideal de país. Es la presidente de mi partido y en buena lid. Nos presentamos, sacamos el veintitantos por ciento, ella el setenta y tantos, y hasta que no haya otro Congreso, es la presidente del partido. Y esto es algo que tenemos que aprender a asumir, lo mismo que yo soy el representante de Ciudadanos en la administración autonómica porque me eligieron los militantes y los votantes, y lo seré hasta que acabe la legislatura.
"Evidentemente, Inés Arrimadas y yo no somos amigos íntimos"
La política actual es de crispación y es de miras cortas. No hay debate ideológico. ¿Sería buen momento para abordar las ideas, no solo en el seno de los partidos, sino también en los parlamentos?
España está instalada en el ciclo corto desde hace cinco años. Es un problema de nuestra inestabilidad y del ciclo electoral tan corto que hemos tenido. Yo he vivido cinco campañas, más tres primarias, y dos mociones de censura en seis años. Estamos instaladas en un ciclo cortísimo y esto hace que crezcan las propuestas populistas para ganar las elecciones y embrutece la política. Ciudadanos tiene una propuesta política madura, de cambio, de estructura y de organización del país, de Europa. El programa de Ciudadanos nace de un libro de Luis Garicano, ‘El dilema de España’, una propuesta de reformas ‘a largo’, y lo que estamos haciendo aquí son ese tipo de reformas: la transparencia, la evaluación de políticas públicas. Tenemos que hablar de nuestro modelo de organización territorial y de gobernanza política, de la vinculación entre representantes y representados, porque estamos poniendo en juego nuestro modelo territorial al ser incapaces de hacer debates políticos de altura… Hubo una vez en nuestro país que se hablaba de esto, del sistema de representación, candidaturas por distritos, abiertas, desbloqueadas, pero ya nadie quiere hablar de esto, la gente quiere estar en la lista y en la pelea.
A ninguno de los partidos que ha gobernado España le ha interesado afrontar la reforma del sistema…
Nuestro sistema de cohesión territorial está en grave riesgo y la pandemia, además, ha puesto de manifiesto el fracaso absoluto del sistema de gobernanza y nuestro liderazgo nacional con un presidente dado a la fuga y un país gobernado por las comunidades autónomas en nuestra peor crisis nos hace cuestionarnos cuál es nuestro futuro como país y cuál es nuestro futuro también en Europa. Hay debates ‘a largo’ sobre nuestra pertenencia a la Unión Europea, que ya está cuestiona el modelo europeo. Quienes defendemos el modelo europeo a ultranza tenemos que dejar asentado por encima de todo, que nuestro sistema judicial y de derechos está protegido por la Unión Europea.
Elecciones anticipadas
Lejos del debate nacional, en la política doméstica el Ciudadanos de Francisco Igea y el PP de Alfonso Fernández Mañueco ultiman el presupuesto general de la Comunidad Autónoma para 2022, un año clave para consolidar la recuperación y para fortalecer los servicios sociales, con un 20% del presupuesto destinado a gasto en atención primaria y a desarrollar el tejido económico y productivo en el medio rural para asentar población y frenar el drama de la España Vaciada y el reto demográfico que se presenta. La Junta se está centrando en la transformación digital de la economía rural, así como en las energías renovables para dibujar un futuro viable para Castilla y León, ahora que la pandemia remite y la CCAA comienza a ser atractiva, como verifica el mejor saldo migratorio positivo de los últimos años. Pequeñas empresas se han instalado ya en Castilla y León gracias a la simplicación de los trámites y la reducción de la fiscalidad. Pendiente del Gobierno está la reducción de los costes laborales para las provincias más tocadas, como Soria, mientras la Junta apuesta por la educación dual para adecuar la formación de los trabajadores a la demanda de las empresas.
¿Todo este esfuerzo que se está haciendo para la recuperación podría truncarse si Mañueco convoca elecciones anticipadas?
Como no se van a convocar, no me preocupa.
¿Está seguro de que no se va a convocar?
Tengo la palabra de nuestro presidente, y a mí nunca me ha fallado la palabra del presidente.
"La solidez del grupo parlamentario ahora mismo es imbatible"
Bueno, ha dicho que no las convocará si ve estabilidad en el Gobierno…
Sí hay estabilidad, y va a haber estabilidad. En este momento hay más estabilidad incluso que antes. La moción de censura nos permitió ser mucho más fuertes. Esto ocurre en las crisis, cuando a uno le meten en el yunque acaba siendo más fuerte. La solidez del grupo parlamentario ahora mismo es imbatible. Voy a decirlo con palabras que se entiendan: nadie, nadie del grupo parlamentario se iría a votar con nuestra tránsfuga. Nadie ha hecho tanto por la solidez del grupo parlamentario como los intentos desesperados de comprar, de manipulación, del Partido Socialista en esta comunidad. Es la estrategia política más desastrosa que he visto en mi vida y además es una estrategia que lejos de rectificarse, se acentúa. Además, estamos trabajando en conseguir estabilidad y apoyo por parte del resto de partidos locales, Por Ávila y UPL. Y que el Partido Socialista se aventurase a perder una segunda moción de censura y presentarse como el líder más torpe de la historia de la política española, un líder capaz de perder dos mociones de censura en la legislatura, sería un récord y yo no acabo de verlo. Es verdad que la estulticia en política no tiene límites.
"No hay ni una sola denuncia de un caso de corrupción que afecte a esta administración"
Me viene a la cabeza la celebración del quinto centenario de los Comuneros y la lealtad. ¿Aquí en Castilla y León tiene más valor la lealtad que, digamos, en Murcia o en Madrid?
Nunca he entendido este asunto de la moción de censura, porque es que nosotros somos el gobierno. No estamos apoyando al PP, estamos gobernando con el PP, y no tenemos por costumbre censurarnos a nosotros mismos. Estaban gobernando en coalición con un programa conjunto con cuatro de las diez consejerías, con casi el 50 por ciento del presupuesto. Gobernamos en coalición, participamos de toda la acción del gobierno y además el resultado, insisto, está siendo espectacular: los mejor valorados en trasparencia de todo el país; resultados en cultura y turismo espectaculares, una de las tres mejores campañas de vacunación de todo el país, siendo el territorio en el que probablemente es más difícil. Y los resultados de empleo son espectaculares. No quiere decir que el mérito sea solo nuestro, pero es un gobierno conjunto que puede presumir de la gestión eficaz en todas sus consejerías. Por eso nos presentamos a las elecciones y por eso hemos hecho un gobierno de cambio, eso no lo duda nadie.
¿Cuál es la principal aportación de Ciudadanos a este gobierno de coalición? Usted llegó a la política para regenerarla y para que hubiera ese cambio.
Nuestro código ético ha cambiado también las maneras en la administración, con decisiones que no se habían tomado nunca. La transparencia, el acceso a la información, cómo deben funcionar las empresas públicas, hemos cambiado no sin resistencia cómo afrontar el diálogo social, y hemos orientado nuestras políticas hacia la evaluación de políticas públicas no sólo el control de legalidad, sino el control de eficacia y de resultados. Hemos hecho una política cultural transversal y hemos afrontado también, no sin polémica, la necesidad de tomar medidas en la atención primaria, cosa que ahora hace todo el país, pero nosotros fuimos los primeros. Si algo se puede decir de nuestra manera de hacer política es que nosotros no miramos para otro lado. Incluso nuestras ruedas de prensa, que a veces digo en broma que pueden resultar un tanto ‘castristas’.
Hay varias comisiones de investigación abiertas por casos de corrupción de anteriores legislaturas. ¿Ha servido la presencia de Ciudadanos para atajar la corrupción?
No hay ni una sola denuncia de un caso de corrupción que afecte a esta administración. Y eso es algo de lo que podemos sentirnos muy, muy orgullosos. Y es verdad que hay cinco comisiones de investigación, entre otras cosas porque nosotros planteamos tres comisiones de investigación de entrada y porque nosotros no tenemos miedo a eso. Es verdad que es un poco sorprendente. En esta comunidad autónoma prácticamente se acumula la mitad de las comisiones de investigación de todo el país, lo cual dice poco de otros parlamentos y dice poco del cinismo de quien plantea una cosa en un sitio y no la plantea en otro, dependiendo de dónde estés. Pero nosotros estamos muy satisfechos y sobre todo muy, muy orgulloso de decir que en esta comunidad autónoma no hay nadie que tenga ni media sombra de sospecha.
Habla usted de la buena salud y del pacto de gobierno y de la estabilidad. Visto con distancia, ¿se ha arrepentido en algún momento de no haber pactado con el PSOE?
No me arrepiento en absoluto.
¿Teme que a medida que se aproximan las próximas elecciones el Partido Popular pueda absorber lo que quede de Ciudadanos?
No me preocupa. Lo dije hace meses, lo dije cuando firmamos, lo dije en la campaña. El cambio no es poner a los buenos y quitar a los malos, no cambiar a los actores, sino las políticas. Por eso hemos hecho un montón de cambios normativos y de sistema de funcionamiento que impiden la corrupción. Y nosotros vamos a estar siempre con quien defienda esta manera de hacer la política. Y eso, en este momento, sólo lo hace mi partido. Lo estamos haciendo aquí y tenemos intención de seguir haciéndolo. Yo no me paso de un sitio a otro por cómo vayan las encuestas. Por lo tanto, los procesos de absorción, de reabsorción, es que a mí no me preocupan. Si yo un día me sentase a hablar con el Partido Popular o con el Partido Socialista, me sentaría a hablar de política. Si me preguntan: ¿usted con quién va a pactar mañana? Yo voy a pactar con quien lleve más lejos mi manera de entender la política y nuestras propuestas programáticas. Esto es lo que me hubiera gustado hacer en su momento. El resultado ha sido bueno, muy bueno. No tengo ninguna queja. No me arrepiento en absoluto. Pero a mí me gustaría si se dieran las circunstancias, poder sentarnos con todos los actores políticos y decir esto es lo que nosotros proponemos, lo que estamos haciendo. ¿Quién está más dispuesto a garantizar más porcentaje de estas propuestas por detrás? Esa es la política. Lo otro es sectarismo, y nosotros no hacemos sectarismo, nosotros hacemos política.
"No pensé que el disgusto a Tudanca le iba a durar tanto"
A usted le gustaría estar en el gobierno dos legislaturas. Llegado el caso, ¿estaría dispuesto a sentarse con otros partidos para poder continuar?
Para el futuro a corto plazos nos planteamos trabajar y acabar la legislatura. ¿Para el futuro a largo plazo? Asentar y profundizar las reformas que nosotros hemos propuesto. Es evidente que lo hemos hecho bien con el Partido Popular. Es evidente que es un gobierno que ha funcionado y que ha sido muy eficaz para los ciudadanos. Por tanto, esta debería ser la primera opción. Estamos en el buen camino. ¿Es nuestra única opción? Podríamos ir más allá y avanzar más en nuestras políticas, claro, pero va a depender de nuestro resultado electoral y de lo que opinen el resto de los actores políticos. ¿Es fácil, posible o previsible pensar que uno va a pactar con el Partido Socialista en esta comunidad? Es muy complicado. Porque el señor Tudanca vive instalado en la rabieta desde hace años. O el PSOE es capaz de salir de su actitud infantil o veo poco probable que nosotros pudiéramos planteárnoslo. El Partido Socialista ya no es socialista, ahora ya es más ‘antiigeísta’ que ninguna otra cosa que una cosa. Nunca pensé que el disgusto le iba a durar tanto. No se puede hacer política nunca desde el rencor personal.
¿No le ha perdonado que no formase gobierno con él?
No hay más que oírle. Intentar seducir al centro político en la comunidad a base de garrotazos es de Los Picapiedra.
¿Se ha sentido alguna vez utilizado por Mañueco y el PP para ofrecer la cara más dura y amarga de la pandemia?
¿Usted cree que yo tengo pinta de poder ser utilizado? No me siento el malo, me siento responsable, junto con todo el Gobierno, de una acción política que exigía tomar medidas desagradables que, a veces, afectaban a sectores concretos y yo nunca he rehuido mi responsabilidad. Hemos hecho esto muy conscientes de que era nuestra obligación, de que alguien lo tenía que hacer y muy conscientes, además, de que ganar o perder la credibilidad durante la pandemia era esencial para que la población entendiese y aceptase las medidas. Y creo que esa batalla la hemos ganado desde el principio. Eres el tipo que dice las malas noticias… y las buenas. Pero un médico de verdad se ve si es buen o mal médico cuando sabe dar malas noticias.
"Un médico de verdad se ve si es buen o mal médico cuando sabe dar malas noticias"
¿Qué cree que llevó al Partido Popular a apoyar la Proposición No de Ley del Plan Aliste?
Ya lo dije, fue un error. Hay mucha presión en el mundo rural y creo que ahí nosotros tenemos que hacer un mayor esfuerzo de comunicación y nos cuesta explicar las cosas sobre el terreno. El PSOE ha utilizado de manera muy torticera el asunto, que lo va a pagar, porque no va a poder presentarse después delante de los ciudadanos a decir que no hay nada que cambiar. El PSOE se ha situado en el espectro más conservador, Tudanca se parece cada vez más a Braulio, el cartero de ‘Crónicas de un Pueblo’. El Partido Popular creía y nosotros también, que era bueno decir a la gente que vamos a retomar la actividad normal y eso era una parte de lo que tenía la PNL. Oponerse a eso era complicado, por eso nosotros nos abstuvimos, porque vamos a retomar la actividad, pero no podíamos dar por buena parte de las cosas que se decían ahí, porque era deslegitimar nuestra propia acción de Gobierno. Yo creo que ahí es donde estuvo la diferencia, pero en dos años y medio de crisis esta ha sido nuestra única discrepancia. Ya me gustaría que el Gobierno de la nación hubiera funcionado con este grado de sintonía y unidad.