El sueño americano de tres jóvenes promesas
Tres castellanos y leoneses se marchan a Estados Unidos para compaginar estudios con deporte gracias a una prestigiosa beca
12 octubre, 2021 07:00Noticias relacionadas
El sueño americano es el ideal perfecto. El que te garantiza la oportunidad de prosperar y tener éxito cultural, político, social o en este caso deportivo. Y este sueño es el que están viviendo tres jóvenes de Castilla y León que unirán durante este curso educación y deporte gracias a las becas deportivas que ofrece la empresa AGM. Celia de Diego, Alicia Pérez y Pablo Rebolleda ya están viviendo su particular sueño americano al igual que otros 154 chicos y 117 chicas españoles que han decidido hacer las maletas y estudiar en alguna de las más de 1.200 universidades de Estados Unidos y siempre con un deporte como llave para abrirles la puerta.
Una experiencia única que van a vivir durante este tiempo y que les hará ver la vida desde otra perspectiva. Hablamos con los tres representantes de la Comunidad en territorio yanqui, que tienen claro dos cosas, están ante una oportunidad única y echan mucho de menos la comida de España.
Celia de Diego: “En Estados Unidos las oportunidades son mayores”
A sus 18 años, la burgalesa lleva jugando al fútbol desde primero de la ESO. Pertenece a esa generación de futbolistas que están tirando la puerta y reclamando un hueco en el panorama deportivo. En esta ocasión, en la Universidad de Averett (Virginia) estudia Aviación y puede aprender más del famoso ‘soccer’, “gracias a AGM, que me ayudó con el proceso de hacer un video de highlights y contactar con la universidad”, apunta.
Estará en Virginia durante los próximos cuatro años donde compaginará aviones con balones. “Creo que estudiar en América puede aportarme distintos puntos de vista y una mejor educación, ya que el sistema americano es más práctico que el español”, señala.
Celia vive un día a día “bastante ocupado”. Tiene clases todos los días a las 8, luego desayuna desayunar con otros estudiantes internacionales. Para posteriormente tener clases y entrenamiento o partido. “La comida y la cena suelo ir cuando tengo tiempo según haya quedado con amigas o si tengo deberes, todos los días son distintos”, afirma. La burgalesa tiene claro que “deporte y los estudios se pueden compaginar perfectamente” aunque sí que se necesita “manejar bien el tiempo pero se puede y aún sobra tiempo para lo que quieras”.
En un futuro se ve trabajando en Estados Unidos pues las “oportunidades son mayores que en España”, eso sí, echa mucho de menos “a la gente, el tiempo y la comida como es lógico”. Para decir algo más específico, “echa de menos el pan y poder andar por la ciudad".
Pablo Rebolleda: “Es una gran ocasión para llegar a ser profesional del golf”
Pablo nació en Valladolid pero toda su vida he vivido en León donde se ha formado. Lleva haciendo deporte desde que tenía cinco años y siempre practicando y competiendo en golf, fútbol y tenis. Ahora bien, tuvo que elegir de y “sin duda hice la mejor elección escogiendo el golf”. A sus 18 años estudiará en la universidad de West Texas después de pasar por escuela nacional Blume. “Me planteé muy seriamente este tema ya que seguir compitiendo era algo que me hacía mucha ilusión y aquí en España es mucho más difícil compaginarlo con los estudios”. Después de tener varias ofertas sobre la mesa de diferentes universidades, apostó por esta institución que se encuentra en Texas, al sur de USA. “Definitivamente ha sido una de las mejores elecciones que pude hacer, en su día tuve mis dudas pero ahora me arrepiento cero y tengo muy claro mi camino y estoy muy agradecido de la oportunidad que West Texas A&M me ha brindado”.
El leonés lo tiene muy claro: “Creo que esta experiencia aporta muchísimo tanto a nivel personal, en temas de conocer nuevos amigos sacarte la carrera y aprender a independizarte, y también a nivel profesional, aquí hay mucha competición y mucha competencia, y es una oportunidad muy grande para dar pasos grandes como jugador de cara al futuro”.
Un día en su vida es muy intento. Empieza con más de una hora de gimnasio, luego tres de clase, y llega el momento más divertido, entrenar al golf. “Cuando vuelvo del entrenamiento utilizo el tiempo para hacer los deberes, estudiar, cenar etc… antes de irme a dormir”, detalla. En este tipo de universidades deporte y magisterio van de la mano. “Hay muchos atletas de muchos deportes, en las clases los profesores se adaptan si tienes alguna competición o no puedes asistir a clase, y no te ponen trabas de ningún tipo”, argumenta. Rebolleda ha notado diferencias entre el sistema español y el norteamericano. “Aquí las clases son mucho más dinámicas y digamos que no se trata tanto de memorizar. Poder competir y a la vez sacarme la carrera, es una de las razones por las que vine a estudiar aquí, sino la única”, reflexiona.
Espera estar los próximos cuatro años en Estados Unidos para posteriormente dar el salto al profesionalismo del golf. “Tendré que valorar muchas cosas para ver hacia donde quiero orientar mis siguientes años después de la Universidad pero esas son mis dos prioridades. Mi sueño por supuesto, poder vivir del golf”, vaticina. Para terminar, manda un saludo a su familia, pero también reconoce que echa de menos, “un buen jamón Serrano o una tortilla de patatas”.
Alicia Pérez: “Aquí voy a mejorar mucho en mis habilidades como portera”
Leonesa de pro, Alicia Pérez lleva casi sus 18 años haciendo deporte. Empezó con baloncesto y natación, pero en 2014 convenció a sus padres para apuntarse al equipo de futbol que estaba al lado de su casa. “Mi primer año lo jugué de delantera, y la verdad es que no me gustaba nada, pero tuve la suerte de que el año siguiente coincidí con un entrenador que me dio la oportunidad de jugar en la portería”, y ahí descubrió su verdadera vocación, estar bajo los palos.
Ahora, le ha llegado la oportunidad de estudiar y jugar en la Universidad de Bethel en Tennessee. Esta oportunidad le llegó a mi gracias a un amigo, que conocí en un campamento de porteros y que había conseguido una beca para poder jugar en Estados Unidos. “Gracias a él me pude poder en contacto con AGM y comenzar todo este proceso”, recuerda.
Su intención es estar en Estados Unidos los próximos cuatro años mientras estudia la carrera de Ciencias del Ejercicio. “Me aporta mucha autonomía personal y también de manera futbolística, ya que el nivel aquí es muy grande y me está ayudando a ir mejorando poco a poco mis habilidades en la portería”, explica.
Su día a día es bastante “ajetreado”. Divide el tiempo entre las clases y estudios con los entrenamientos y partidos, pero también tiene tiempo para estar con sus amigos de la universidad o con las chicas del equipo. “En esta universidad nos dan muchas ayudas para que nos resulte mucho más sencillo compaginar el deporte con los estudios, pero siempre hay que tener una buena organización para poder llevarlo todo”. Para la leonesa, “el futuro es muy incierto y no podría decirlo con total seguridad, pero si es verdad que me gustaría estar involucrada en el mundo del futbol ya sea de una forma u otra, y gracias a una de las carreras que estoy haciendo creo que podré encontrar algo interesante relacionado con el deporte”.
Echa mucho de menos a sus familiares y sus amigos de España ya que yo nunca ha estado tato tiempo fuera de casa, y mucho menos tan lejos, “pero sin ninguna duda lo que más echo de menos es la comida de mi madre”. Ahora ya tiene ganas de volver para poder contarles todo lo que está viviendo, pero mientras seguirá buscando su sueño americano guantes en mano.
La beca deportiva media conseguida por estos estudiantes ronda los 25.000 euros por curso. En el caso de las chicas, la beca media alcanza casi los 38.000 euros por curso. Para los nuevos alumnos españoles que inician su aventura en EEUU, los deportes más elegidos han sido, para chicos, fútbol, tenis y golf, mientras que para las chicas, fútbol, natación y tenis. La gran mayoría de los campus estadounidenses ha comunicado que el curso comenzará con clases presenciales al menos para los estudiantes vacunados. Además, todas las universidades cuentan con protocolos de protección, reducirán los aforos en los eventos institucionales y realizarán test recurrentes a los alumnos.