A última hora de la tarde de este domingo Ciudadanos Castilla y León daba a conocer su decisión de proponer a la dirección nacional que Francisco Igea encabece la candidatura naranja a las próximas Elecciones Autonómicas en Castilla y Léon como "candidato de consenso", y sin celebrar primarias, dada la premura de la convocatoria electoral. Francisco Igea aceptaba la propuesta, que hoy deberá ser ratificada por Ciudadanos.
El exvicepresidente de la Junta publicaba de inmediato una "Carta a los militantes y simpatizantes de Ciudadanos", toda una declaración de intenciones y una hoja de ruta de la que será su campaña electoral
"Después de casi una semana de reflexión y tras debatirlo profundamente con mi familia, mis amigos y mis compañeros de partido he decidido aceptar la propuesta de nuestro comité territorial, si así lo ratifica mañana nuestra dirección, para ser candidato a la presidencia de la Junta. Hubiera preferido que las cosas no sucedieran así y que las circunstancias hubieran permitido un proceso normal de primarias, como las que ya ganamos hace poco más de dos años.
No ha sido fácil. Han sido unos años muy duros en la gestión de la pandemia. Años de sufrimiento para nuestros conciudadanos. Años de compromiso y esfuerzo de nuestra administración y nuestro grupo parlamentario. Nuestros compañeros de partido en el gobierno de la Junta han afrontado la parte más dura de la crisis. Gestionar un sistema sanitario exhausto y duramente castigado por años de inacción e indolencia y hacerlo en medio de la mayor crisis sanitaria del último siglo. Atender a los sectores más afectados como la hostelería, el turismo, el comercio y la cultura. Afrontar una política de empleo diferente, sin rendirse a la presión de unos sindicatos acostumbrados al clientelismo, en uno de los momentos más delicados de nuestra historia y hacerlo todo ello con transparencia, eficiencia y honestidad. Honestidad, esa es la palabra. Honestidad para afrontar los problemas sin miedo. Honestidad para decirles la verdad a los ciudadanos, por muy dolorosa que esta fuera. Honestidad para mantener la lealtad a nuestro socio de gobierno sin explotar nunca ni sus errores, ni sus debilidades. Honestidad para apoyarnos en las Cortes y defender la acción de gobierno ante una oposición que pronto abandonó su compromiso con la comunidad y la transformó en una incesante guerra de desgaste. Una guerra donde todo valía para castigar al gobierno. Honestidad para negarnos a apoyar una moción de censura que ponía en riesgo la gestión y la recuperación de la comunidad con el único fin de satisfacer las exigencias de un presidente, el del gobierno de la nación, que había abandonado el timón de la nave en los peores momentos de nuestra historia. Cuando nadie quería asumir responsabilidades, allí estuvimos nosotros. Cuando nadie quería dar la cara ante los ciudadanos, allí estuvimos nosotros. Cuando había que dialogar y explicar las medidas a los sectores más afectados por las restricciones, allí estuvimos nosotros. Cuando los medios demandaban explicaciones, allí estábamos nosotros. Todo ello con una transparencia sin límites. Ruedas de prensa sin límites, peticiones de acceso a la información sin límites, limpieza en nuestro trato con los medios sin límites.
Nada de esto habría sido posible en el apoyo de quienes votaron nuestra candidatura en primarias, sin el apoyo de nuestros procuradores, sin el apoyo de nuestros concejales y alcaldes que han sido la imagen viva de esa honestidad en todo el territorio. De Palencia a Zamora, de Burgos a Segovia, de Salamanca a León, de Ávila a Soria y Segovia. Cada concejal, cada alcalde, cada cargo público y cada militante habéis sido ejemplo de otra manera de hacer política. Hoy os necesitamos a todos, especialmente a los más jóvenes, para una campaña difícil pero con más ilusión que nunca. Digo a los jóvenes de edad y a los jóvenes de espíritu, a los que no se resignan a volver atrás, a los que no se resignan a la política de la traición y el engaño. No puede salir gratis.
Porque si “honestidad” es la palabra que ha definido nuestra acción en el gobierno y en las Cortes, “traición” es la palabra que define la acción del presidente este lunes. Traición a los ciudadanos al anteponer su interés personal al del conjunto de la comunidad durante esta sexta ola. Traición a los sectores económicos y a los trabajadores al negarse a aprobar un presupuesto imprescindible para afrontar los retos de la recuperación económica y social. Traición a nuestros sanitarios al someterles a una presión, añadida a la que ya venían sufriendo, descabezando la gestión en mitad de la tormenta. Traición a la palabra dada a los ciudadanos tras haberse comprometido a agotar la legislatura. Una legislatura que no tenía problema alguno de subsistencia. Traición, también, a unos parlamentarios que le habíamos apoyado cuando él temblaba como una hoja el pasado marzo.
De esto va la campaña que se avecina: de compromiso, de honestidad y lealtad a los ciudadanos. Nuestra tarea de reformas ha quedado truncada por el interés personal de un hombre que ha demostrado, delante de toda la comunidad, que carece de palabra. Hace apenas 2 años los militantes de nuestro partido y nuestros votantes nos hicieron un encargo: cambiar nuestra comunidad. Hacer una política más transparente, luchar contra el clientelismo, mejorar nuestra fiscalidad y nuestra competitividad. Reformar un sistema sanitario exhausto de la inacción, evaluar nuestras políticas públicas de forma objetiva, luchar contra la corrupción. Todo ello estaba en marcha hasta el pasado lunes. Es muy posible que hayamos cometido errores, no siempre habremos podido llegar a todos, pero hemos dejado nuestro esfuerzo y nuestra entrega.
Los ciudadanos tienen la última palabra, serán ellos quienes revaliden, o no, en las urnas lo hecho por todos y cada uno de nosotros en esta hora tan difícil de nuestra tierra. Pero para eso es necesario que la luz triunfe, es necesario que los ciudadanos contrasten, en debates públicos, los testimonios de unos y otros. Es necesario que se confronten, en los medios y en las plazas, las versiones de lo sucedido estos dos años. Nuestros ciudadanos merecen la verdad. Por todo esto creo que es imprescindible dar esta última batalla. La batalla por la luz y la transparencia. Nuestra batalla".