El ciudadano quiere seguir viajando pero en su elección cada día tiene más en cuenta que el complejo turístico donde se hospede sea sostenible, no malgaste el agua, recicle convenientemente o esté orientado de manera que aproveche de la forma más eficiente el calor y la luz del sol.
Un hecho que ha beneficiado a un sector, el hotelero, especialmente castigado por la irrupción del coronavirus, pero que ha vuelto a demostrar su fortaleza durante el pasado mes de noviembre.
Así, Castilla y León volvió a ser el destino preferido para descansar en hoteles ubicados en entornos rurales, con casi 98.000 pernoctaciones durante ese pasado mes. Es uno de los efectos de la pandemia: el usuario quiere espacios más abiertos, más naturales y lejos de la masificación.
Según datos del Instituto Téncico Hotelero, la sostenibilidad será una de las variables que más terreno irán ganando entre las decisiones de los consumidores a la hora de elegir en qué hotel depositan su confianza para obtener una experiencia de cliente óptima.
En este sentido, el hotel de cinco estrellas Abadía Retuerta Le Domaine, ubicado en la localidad vallisoletana de Sardón de Duero, en plena milla de oro de la Ribera de Duero, ha conseguido la máxima certificación en sostenibilidad de este sector, la denominada Green Globe. Un sello del que sólo disponen cuatro hoteles en toda España y 650 en todo el mundo.
Un complejo que ya fue noticia el pasado invierno por su decidida apuesta por la energía limpia, instalando más de 500 paneles fotovoltaicos con los que ahorra un 30% sobre el consumo de energía total.
Auditoría externa
Este sello de calidad se obtiene tras pasar favorablemente una exhaustiva auditoría externa llevada a cabo por este organismo internacional y que se encarga de evaluar el grado de sostenibilidad de todas las áreas de los hoteles en el mundo.
Así, cuestiones como la preservación de su legado natural, la gestión de los recursos de forma respetuosa con el medioambiente, así como el entorno en el que se ubica el hotel, son cuestiones que deben pasar un riguroso examen para determinar si un hotel pasa a formar parte de este excluviso club alineado con el planeta.
Se trata de un sello que Abadía Retuerta añade a otros hitos conseguidos hasta la fecha, como la estrella Verde Michelin de su restaurante o el sello Wineries for Climate Protection que otorga la Federación Española del Vino por la gestión ética y sostenible de su bodega y el medioambiente.
El director General de Abadía Retuerta, Enrique Valero, ha calificado de "honor" el hecho de que este hotel haya sido reconocido con el sello Green Globe, y ha confirmado la tendencia de que "el viajero busca cada vez más entornos naturales respetuosos que le permitan, además, hacer planes en la Naturaleza".
Un modelo que confirma el propio presidente de Acaltur, la Federación de Asociaciones Castellano y Leonesas de Turismo Rural, Luis Chico: "Sí hemos comprobado un aumento de solicitudes de viajeros que buscan una experiencia lejos de la ciudad, en entornos tranquilos y sostenibles. Los entornos rurales se han convertido en el oasis del turismo para los demandantes de experiencias de calidad", afirma.
El usuario quiere dejar cada vez menor huella tras sus vacaciones, por lo que el sector tiene por delante la necesidad de adaptar sus políticas y procesos de producción a un escenario más alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.