León

Rajoy sigue siendo Rajoy. El expresidente del Gobierno ha acudido esta tarde a León, en el penúltimo día de campaña electoral antes de los comicios autonómicos, para mostrar su apoyo al popular Fernández Mañueco “el mejor candidato de largo” en las elecciones. Ante unas 600 personas, el gallego ha ejercido su estilo tan característico. Preguntado antes de entrar por la posibilidad de un posible pacto con Vox, ha asegurado "a mí lo que me parece bien es lo que decidan lo que tengan que decidir, que no soy yo, que ya no estoy aquí". Rajoy styles.

El gallego se ha metido a los asistentes en el bolsillo. Y no porque dijera que León es una ciudad “que significa mucho para mí” ya que estuvo viviendo durante unos años. No. Lo ha hecho por un discurso que ha servido para recordar sus años como presidente del Gobierno y compararlo con la situación actual de España. “Vivimos en un momento que se caracteriza por el exceso de ruido, el poco sosiego, la nula reflexión y las políticas infantiles y populistas”, ha afirmado.

"No somos una pandilla de amiguetes"

Para posteriormente hacer un alegato a favor del PP. “Somos un gran partido y no una pandilla de amiguetes que fundan un partido”. En este partido, “hay normalidad, estabilidad y certidumbre porque es un partido abierto a todos: autónomos, mayores jóvenes, pensionistas. Un partido de todas las regiones y provincias. Nosotros trabajamos para que toda Castilla y León crezca”.

En su opinión, “la gente está harta de extremistas y radicales, de la polarización, la división y la bronca. Lo que quiere es un Gobierno que se tome las cosas en serio, que diga lo que va a hacer y que goce del respeto de los ciudadanos”.

De esta manera, ha pedido el voto para Mañueco y que “convezcan a otros”, porque “si tú no votas, otros votarán por ti”. Rajoy ha criticado que el Gobierno actual se preocupe de “si Franco, de si Europa, del campo”, “ocúpense de los problemas de la gente. Del precio de la luz, de la gasolina, de la cesta de la compra, de la falta de materias primas…”

Reforma laboral

También ha querido analizar la reforma laboral. "La contrarreforma que ha hecho el Gobierno es un claro caso de la infantilización de personas que están en un sitio tan complejo como es el Gobierno de España”. Para concluir con una reflexión: “gobernar no va de cargarse las reformas de los otros. Hay que hacer reformas y un plan para controlar el gasto público porque nos lo van a pedir y nos lo va a obligar el transcurso de los acontecimientos”.

Por último, ha aprovechado para recordar la situación que se está viviendo en Europa. "¿Cómo va a hablar Biden con el primer ministro de un Gobierno donde la mitad de sus ministros están a favor de Putin y en contra de los países occidentales?”.

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