Un año más, el Ayuntamiento de Benavente se suma a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia con el objetivo de promover, en colaboración con los centros educativos y otras instancias públicas y privadas, acciones educativas y de visibilización social que contribuyan a la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, entre niñas y niños.
El 22 de diciembre de 2015, la Asamblea General decidió establecer un Día Internacional anual para reconocer el rol crítico que juegan las mujeres y las niñas en la ciencia y la tecnología.
La igualdad entre hombres y mujeres es una prioridad global de la UNESCO, y el apoyo a las jóvenes, su educación y su plena capacidad para hacer oír sus ideas son los motores del desarrollo y la paz. La ciencia y la igualdad de género son fundamentales para el desarrollo sostenible.
La brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) persiste desde hace años en todo el mundo. A pesar de que la participación de las mujeres en las carreras de grado superior ha aumentado enormemente, éstas todavía se encuentran insuficientemente representadas en estos campos.
En la actualidad, menos del 30 por ciento de los investigadores en todo el mundo son mujeres y solo alrededor del 30 por ciento de todas las estudiantes escogen estudios superiores dentro del campo de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y matemáticas (STEM). Los prejuicios y los estereotipos de género que se arrastran desde hace mucho tiempo continúan manteniendo a las niñas y mujeres alejadas de los sectores relacionados con la ciencia.
La educación como parte de la solución
La pregunta clave es ¿por qué existe esta diferencia de participación de la mujer en la ciencia en comparación con otras áreas profesionales y de conocimiento? ¿Existe una actitud especialmente reaccionaria y machista por parte de la comunidad científica tradicional que justifique este desequilibrio?
Parte de la respuesta, como en tantos otros temas sociales, parece estar en una etapa previa a la incorporación a la vida profesional. Estamos hablando de la educación primaria y secundaria y de cómo esta, de forma inadvertida, puede estar desincentivando la participación de la mujer en áreas de la ciencia de alta especialización.
En la medida en que este techo de cristal invisible se construye no solo en la escuela, sino también en los valores y preferencias que inculcamos los padres, será bueno revisar qué podemos hacer en el día a día para equilibrar esta situación