Las últimas elecciones celebradas en Castilla y León, el 26 de mayo de 2019, condujeron a un resultado inédito en las últimas décadas. El PSOE ganó las elecciones por primera vez desde 1983 –cuando Demetrio Madrid inició un mandato de cuatro años para los socialistas en la región– y obtuvo 479.916 votos y 35 procuradores, seis más que los 29 logrados por el Partido Popular, que alcanzó 433.905 papeletas. Pero esta victoria no condujo a un cambio de Gobierno tras 32 años de dominio del PP en Castilla y León ya que un nuevo actor entró en escena: Ciudadanos.
Un pacto marcado por la dirección nacional de Ciudadanos
Los de Francisco Igea lograron 205.855 votos y 12 escaños, en un momento de impulso para el partido tras el gran resultado en las elecciones generales de abril, en las que Albert Rivera había conseguido 57 escaños en el Congreso y había quedado a solo ocho representantes de dar el sorpasso al PP. Durante la campaña, Igea había hablado de la necesidad de un cambio en la región tras las elecciones, pero finalmente dio su apoyo a Mañueco, que pudo ser investido en el mes de julio.
En aquel momento la estrategia a nivel nacional de Ciudadanos era la de pactar únicamente con el PP y hacer un "cordón sanitario" al PSOE de Pedro Sánchez, al que no perdonaba haber recibido los apoyos de nacionalistas e independentistas en la moción de censura de junio de 2018. Igea era, en ese momento, un verso suelto dentro del partido y no se mostraba partidario de ceñirse a pactar solo con los populares. Con todo, acabó cediendo ante la dirección nacional y dio su apoyo a Mañueco.
La izquierda pagó en las urnas presentarse dividida
La subida del PSOE en aquellas elecciones fue acompañada de un bajón considerable de su socio preferencial: Unidas Podemos. La formación dirigida en la región por Pablo Fernández obtuvo 67.918 votos y dos escaños, frente a los 10 que había conseguido en 2015. En el caso de los morados esta decadencia a nivel regional también fue un eco del declive a nivel nacional, ya que la formación de Pablo Iglesias había pasado de obtener 71 escaños en 2016 junto a sus confluencias a tan solo 42 en la cita de abril de 2019.
Unidas Podemos, además, pagó en las urnas el hecho de ir por separado de Izquierda Unida, que se presentó en coalición con Anticapitalistas -una escisión del sector más a la izquierda de los morados-, con el Partido Castellano-Tierra Comunera y con Alternativa Republicana. Esta candidatura de izquierdas, encabezada por el procurador de IU José Sarrión, obtuvo 31.580 votos, pero se quedó sin representación en las Cortes y penalizó la división del voto.
Irrupción de Vox y Por Ávila
Vox irrumpió en las elecciones de 2019 y consiguió por primera vez un procurador en las Cortes de Castilla y León, con 75.731 votos, en manos de Jesús García-Conde, que dejaría su escaño año y medio después "por motivos personales" y sería sustituido por Fátima Pinacho. La formación de Santiago Abascal aprovechó el rebufo de su éxito en las elecciones generales del mes anterior en las que pasaron de no tener representación a lograr 24 escaños en el Congreso de los Diputados.
Dos partidos provinciales lograron representación en estos comicios: Unión del Pueblo Leonés (UPL) y Por Ávila. UPL logró un representante y 28.057 votos, mientras que la formación abulense irrumpió por primera vez en las Cortes, solo cinco meses después de su creación como escisión del PP, y obtuvo un procurador y 9.455 en la provincia.
Los partidos extraparlamentarios que se quedaron más cerca de obtener procurador fueron el Partido Animalista contra el Maltrato Animal (PACMA), que logró 8.619 votos, la Plataforma del Pueblo Soriano (PPSO), que obtuvo 8.619, y la Coalición por el Bierzo que consiguió 3.725. Les siguieron Ahora Decide Zamora, con 1.911, el Partido Regionalista de El Bierzo, con 1.602, y el Partido Regionalista del País Leonés (PREPAL), con 1.403. Otros partidos que se presentaron en esa cita electoral fueron el Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE), Falange Española de las JONS, Contigo Somos Democracia o la Unión Regionalista, entre otros.