El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha convocado al Comité Ejecutivo Nacional de su formación este martes por la tarde, a las 17.30 horas, para hacer análisis de la jornada electoral del 13 de febrero en Castilla y León, según informa la agencia ICAL.
Así, Casado podrá hacer un balance de lo ocurrido este 13-F al lograr el PP una victoria por la mínima, con una ventaja de tres escaños sobre el PSOE, en unos comicios en los que Vox salió fortalecido con 13 escaños y con la exigencia de querer entrar en el futuro gobierno autonómico.
El líder de la oposición ha decidido convocar para mañana por la tarde, a las 17.30 horas, a este órgano del PP en el que se dan cita los barones del partido. Al conocerse el resultado, Casado felicitó a Alfonso Fernández Mañueco por haber ganado las elecciones y proclamó que “el cambio de ciclo en España es imparable”.
Ayer, Mañueco se remitió a su promesa de la noche electoral de sentarse a hablar con todas las fuerzas políticas, empezando por el PSOE por ser el siguiente partido con mayor representación, para ver cuál es su voluntad y su “capacidad de poder llegar a un acuerdo”. En este sentido, no descartó pactar con los socialistas en Castilla y León.
Desde la dirección del Partido Popular, el secretario general, Teodoro García Egea, enfatizó que “es el momento de que Mañueco pueda gobernar sin ataduras” y conformar un gobierno “de unas siglas”, las del PP, asegurando que existen “varias posibilidades para armar una mayoría suficiente en Castilla y León”.
"Gestionar a VOX"
Ahora, el PP se enfrenta a partir de este momento a “cómo gestionar a Vox” tras la reivindicación de los de Santiago Abascal de entrar en el futuro gobierno de Castilla y León, dados los resultados de las elecciones celebradas este domingo donde “al final lo importante es que se ha ganado y el PSOE ha perdido”.
Tras lograr 31 escaños, fuentes populares recalcan que ahora toca “hablar con todo el mundo”, tal y como expresó Mañueco al anunciar una ronda de contactos con todos los grupos del arco parlamentario, empezando por los que tienen más representación, esto es, por el PSOE.
En Génova recuerdan que llevan años escuchando que el PP necesita a Vox y que se han logrado distintos acuerdos externos con este partido hasta la fecha. Ahora, con el nuevo escenario, indican que “habrá que gestionarlo” dentro de esa dinámica de “negociar con todos”. De tal forma, en el PP se resisten a hablar de pactos con Vox.
Lo importante, inciden en Génova tras la jornada electoral del 13-F, es que “el PP ha ganado” y “debe gobernar”, y luego que “cada uno responda sobre su voto”. Mientras tanto, subrayan que también se ha constatado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es “el grandísimo perdedor” y “se pega un buen golpe” con el resultado obtenido.
Dirigentes populares consultados por Servimedia resumen la jornada diciendo que “se ha ganado, que no es poco”, o que “se han salvado los muebles”. De tal forma, consideran un fallo haber elevado tanto las expectativas en la precampaña, ya que se llegó a visualizar una mayoría amplísima, incluso rozando la absoluta, y ahora “hay que ver qué hacer con Vox”.
En este sentido, algunas voces del PP dicen a esta agencia que ven complicada la situación que se puede abrir en Castilla y León dada la aspiración de Vox de entrar directamente en el Gobierno, ya que "cómo se gestione" marcará el futuro inmediato del partido y de la legislatura. “Esto también nos afecta en las elecciones andaluzas”, lamentan cargos consultados.
En las filas populares también hay quien resta importancia a las declaraciones del líder de Vox, Santiago Abascal, que en la noche electoral llegó a decir que su partido tiene “el derecho y el deber de formar gobierno en Castilla y León”. Insertan estas aseveraciones dentro del momento electoral y creen que ahora “empieza una negociación” y “mañana veremos”.
En la bancada del PP se resisten a creer que a Vox le interese realmente entrar en el gobierno de Castilla y León a pesar de que “van fuertes” y se asume que pondrán “condiciones tremendas” dada su posición. Por ello, el PP quiere explorar todas las posibilidades para poder esquivar una dependencia mayor a los de Abascal, y tampoco se olvida de la importancia de las fuerzas localistas en este 14-F.