Tales fuentes tienen la impresión de que habrá acuerdo para formar un gobierno conjunto, y constataron que lo primero será pactar la Mesa de las Cortes de Castilla y León, para la que piden la presidencia, aunque hace sólo unos días desdeñaban el cargo por considerar que es básicamente “funcionarial” y que carece de efectividad real para influir en las políticas del Ejecutivo autonómico, que es lo que vienen asegurando que pretenden a toda costa.
En este sentido, Vox reitera que habrá que negociar la formación del Gobierno regional y también ciertos cambios de leyes, entre las que en otras ocasiones ya han enumerado las de género y las de memoria histórica, además de medidas por las zonas despobladas de la Comunidad, de las que el propio Abascal quiso erigirse en paladín en la misma noche electoral.
En este partido dicen ser conscientes de la diferencia en el porcentaje de votos que le separó del PP, pero también recalcan que por el que obtuvieron ellos, ligeramente superior al de Ciudadanos en 2019, tienen derecho a ocupar consejerías; no necesariamente cuatro, como Cs, porque dicen que aspiran a reducir el número total de estos departamentos en Castilla y León.
En caso de que finalmente no hubiera acuerdo, en Vox no temen que el fiasco repercuta en sus relaciones con el PP en el conjunto de España, donde aseguran que los puentes ya están rotos, ni tampoco en la Comunidad de Madrid, en la que no hay acuerdos por escrito sino que el apoyo parlamentario al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso se negocia día a día.