El candidato de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha tardado poco más de dos horas en responder al presidente en funciones, Alfonso Fernández Mañueco, después de que este anunciara la intención del PP de presentar candidato para la presidencia de las Cortes. "O Mañueco tiene un pacto con el PSOE, o ha renunciado a ser presidente", ha escrito el candidato en su cuenta de Twitter. Poco después, el líder de su partido, Santiago Abascal, ha suscrito la afirmación de García-Gallardo compartiendo su publicación y añadiendo: "Ni más ni menos".
Hay que recordar que la petición de la presidencia de las Cortes es una de las exigencias de Vox para negociar un acuerdo de Gobierno con el PP. En 2019, tras el pacto entre PP y Ciudadanos después de las elecciones autonómicas de mayo de ese año, las Cortes pasaron a estar presididas por Luis Fuentes, de la formación liberal, que en ese momento contaba con 12 procuradores, uno menos de los que tiene Vox ahora.
García-Gallardo ha asegurado que "el señor Mañueco desprecia e insulta a los votantes de Vox" y ha insistido en que su formación votará en contra de su investidura si no le concede la presidencia de las Cortes. "Con nosotros no podrá contar, si no rectifica radicalmente", ha señalado en su publicación.
El pasado miércoles la reunión entre PP y Vox mostró un "acercamiento programático" entre ambas formaciones, si bien ambas continuaban enrrocadas en su posición con respecto a la composición del futuro Ejecutivo. Los populares quieren gobernar en solitario mientras que la formación de García-Gallardo exige, como condición sine qua non para apoyar la investidura de Mañueco, formar parte del próximo Gobierno.
Durante los últimos días, y coincidiendo con el previsible encumbramiento del barón moderado Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del PP, se ha mostrado un alejamiento entre ambas formaciones y un acercamiento de Mañueco a los partidos provinciales. La reunión del pasado sábado con Soria Ya y la de este lunes con UPL han resultado fructíferas para ambas partes y parece plausible que Mañueco pudiera recibir su apoyo para conformar un Gobierno en minoría.
Con todo, esta posibilidad solo llegaría hasta los 38 escaños –o 39 si se sumase Ciudadanos– por lo que sería necesaria, al menos, una abstención simbólica de dos o tres procuradores del PSOE para que la legislatura echase a andar y alejar así la sombra de la repetición electoral de Castilla y León.