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1 de 9 Almaraz de la Mota (Valladolid)
Propiedad de la Casa de Alba, este era un asentamiento de aparceros contratados para labores agrícolas. Estaba situado en el término municipal de Villardefrades, en Valladolid. En el siglo XIX compró la finca Luis de Villachica y tras su muerte heredó la tierra su hija Victoriana. Finalmente, tras la muerte de esta la propiedad pasó a manos de unas sobrinas segundas, que decidieron deshacerse de todo (monte, labrantío y casas) y vender la finca.
Precisamente, fueron los habitantes del lugar los que intentaron comprarlo, pero por desavenencias económicas no se logró llegar a un acuerdo, por lo que pasó a manos de Constructora Imperial S.L. Ahora bien, tanto el cementerio como la iglesia no podían ser vendidos y es esta última el único vestigio y testigo que queda de lo que Almaraz de la Mota fue en su día.
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2 de 9 Argusino (Zamora)
En Zamora el embalse de la Almendra deja ver algunos resquicios de asentamientos pasados cuando bajan las aguas. Se trata de Argusino, un antiguo pueblo que habitó durante décadas a mayores, padres e hijos. Sin embargo, el 17 de septiembre de 1967 la historia del pueblo llegó a su final.
Tuvo que se desalojado a raíz del la construcción de la presa y que acabó anegando el territorio. Como mínimo, según los historiadores, el pueblo tuvo vida durante al menos siete siglos. El término municipal fue repartido entre Salce y Villar del Buey.
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3 de 9 Albocabe (Soria)
Perteneciente a la comarca de Campo de Gómara, en Soria, Albocabe es un pueblo deshabitado en el cual los únicos restos que quedan son los de la iglesia San Miguel Arcángel, actualmente en estado de ruinas y dentro de la Lista Roja del Patrimonio. En su momento llegó a tener una estación e instalaciones ferroviarias que formaban parte de la línea férrea Santander-Mediterráneo.
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4 de 9 Cabaloria (Salamanca)
En 1965 se construyó el embalse de Gabriel y Galán, en Cáceres. Cabaloria se encontraba a varios kilómetros del mismo, por lo que aparantemente no corría peligro que se inundase durante el llenado. Sin embargo, fue el propio municipio quien solicitó la expropiación de los terrenos.
Dependiente de Sotoserrano, este municipio es otro de los cientos afectados por las construcciones de las presas y embalses, aunque en este caso fue sorprendente que fueron los propios pobladores los que pidieron su expropiación a pesar de no verse afectados por el llenado.
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5 de 9 Valsurbio (Palencia)
Valsurbio pertenecía al Ayuntamiento de Camporredondo de Alba, que fue anexiado posteriormente al de Velilla del Río Carrión. En 1842 el censo registraba 18 hogares y 94 habitantes. Su población se dedicaba principalmente a la agricultura y ganadería de subsistencia, pero el frío y la falta de electricidad desembocaron en una emigración de todos sus habitantes. Finalmente, en la década de 1960 el municipio desapareció.
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6 de 9 Albares de la Granja (León)
En 1950 se levantó este pequeño municipio de León con los fondos estatales que iban dirigidos al impulso de la industria minera. Pocos años antes, en 1944, el pueblo fue testigo de uno de los mayores accidentes ferroviarios que se recuerdan.
Allí se construyeron 16 inmuebles con 4 viviendas unifamiliares cada uno y otro de dos viviendas unifamiliares tipo palacete. También contaban con un colegio, una taberna y un bar o sala de ocio con proyección de cine. Sin embargo, su historia fue muy corta, pues en 1970 cuando clausuraron la estación, la población abandonó el lugar.
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7 de 9 La Ribera (Ávila)
Los últimos habitantes de esta localidad abulense abandonaron las tierras en 2003 y desde entonces está desahibatada. Sin embargo, en la actualidad algunos de ellos regresan en la época veraniega para disfrutar de una temporada de tranquilidad.
En sus inicios los habitantes del pueblo eran familias de molineros y con el tiempo fueron llegando agricultores y ganaderos que aprovechaban las praderas para que sus animales pastaran y crecieran sus cultivos. Este notable ascenso del censo hizo que en torno al 1945 se tuviera que crear una escuela para que los pequeños pudieran formarse.
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8 de 9 El Ternero (Burgos)
Las primeras referencias de esta pequeña aldea situada entre Cihuri y Sajazarra son de 1245. Curiosamente, entre 2010 era uno de los pocos pueblos que contaba con un solo habitante mayor empadronado y viviendo allí y que, finalmente, en 2016 dejó de estarlo. La pedanía perteneciente a la localidad de Miranda de Ebro es en la actualidad una finca en la que se enclava una bodega de mismo nombre que elabora vino burgalés con Denominación de Origen Rioja.
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9 de 9 Fuentes de Carbonero (Segovia)
Fuentes de Carbonero destacaba por su industria y los oficios de sus habitantes. Con origen en el siglo XII, en el XIV pasó a ser barrió Carbonero el Mayor por su cercanía (2 kilómetros). Su economía se sustentaba en la fabricación de ladrillos y sus hornos de cal, además de los cultivos de secano, viñas y ganadería ovina y porcina.
Durante el siglo XIX comenzó la emigración de sus pobladores, que se extendió hasta el siglo XX a la década de los 60, cuando en 1963 tan solo quedaban dos familias. A día de hoy tan solo queda en pie su iglesia en un estado ruinoso y abandonado pero en abril del año pasado se ha comenzado a restaurar.
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Bajo la mirada perdida a través de la ventanilla del coche en plena autovía, autopista o carretera nacional, a veces vemos pequeños edificios abandonados, iglesias derruidas o, simplemente, campo. Lo que pocas veces imaginamos es lo que había en aquellos lugares hace unos años.
Son muchos los pueblos y municipios que alguna vez dieron cobijos a familias enteras. Ahora, en 2022, muchos de ellos no existen o están completamente abandonados. En Castilla y León hay centenares de ellos. Son pueblos que fueron testigos de la historia de muchas personas pero que, por unas o por otras cosas, ya no aparecen en el mapa. A continuación podrás conocer alguno de estos pequeños lugares en los que la historia dejó de escribir su aventura.