El coordinador federal de Izquierda Unida y ministro de Consumo, Alberto Garzón, se reafirmó este sábado, a la luz del pacto de gobierno en Castilla y León, en su tesis de que “el PP no tenía un problema de liderazgo”, sino “su absoluta tolerancia” con Vox, y llamó a “evitar por todo lo posible que Andalucía sea la siguiente etapa” de este “tándem” en que, a su juicio, funcionan ambos partidos, según ha informado la agencia Ical.
Así lo expresó en su intervención para inaugurar la Conferencia Interparlamentaria de IU, que se celebra en Valencia, y donde diagnosticó que el pacto en Castilla y León “nos muestra por dónde va la dinámica de la política española”.
“A nadie le sorprenderá lo que ha sucedido”, aventuró, subrayando que él ya pensaba, pese a la destitución de Pablo Casado, que “el PP no tenía un problema de liderazgo, o no solamente un problema de liderazgo, sino que tenía un problema de ideología, de su relación con la extrema derecha”.
“El problema del PP es su absoluta tolerancia con las políticas xenófobas, racistas y clasistas propias de la extrema derecha española”, sentenció, e ironizó, ante el cambio de liderazgo, que “lo que han vendido como el moderado Feijóo se ha estrenado con abrir la puerta a las políticas machistas, xenófobas y racistas” en el Gobierno de Castilla y León.
Garzón interpretó, aludiendo a las palabras de ayer del expresidente del Consejo Europeo Donald Tusk, preocupado por el pacto, que “en la familia conservadora europea se les está tirando de las orejas” por el acuerdo con Vox. Y, en el ámbito nacional, alertó del “peligro de que el modelo de Castilla y León se extienda por nuestro país”.
“La siguiente estación electoral será Andalucía”, atisbó el líder de IU, quien aseguró que el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, “se mira en el espejo de Castilla y León”. Por eso, observó: “Tenemos que evitar por todo lo posible que Andalucía sea la siguiente etapa donde las políticas de la ultraderecha, xenófobas, racistas y machistas, tengan acceso al gobierno”. Y, para ello, llamó a “frenar al PP”, pues ha quedado claro que ese partido y Vox “funcionan en tándem, funcionan de manera corporativa”.
En otro orden de cosas, Garzón consideró que la disposición ahora de la Comisión Europeo a intervenir los precios de la energía demuestra que “estábamos ante un problema de voluntad política y no de problemática técnica”, y pidió “muchas más medidas que estén inspiradas en el mismo tipo de valentía”, que serán, precisamente, la manera de evitar el auge de Vox y su entrada en gobiernos de la mano del PP.