Castilla y León se convertirá en el primer laboratorio de experimentación de gestión para Vox desde su fundación como partido en 2014, después del acuerdo de Gobierno alcanzado con el PP en la Comunidad el pasado jueves. La formación dirigida en la región por Juan García-Gallardo –un joven abogado burgalés de tan solo 30 años y sin experiencia política previa– obtendrá, en base a este pacto, "entre tres y cuatro consejerías", según anunciaba el propio candidato en una entrevista este lunes.

Además, Vox ya ostenta la presidencia de las Cortes de Castilla y León, tras el nombramiento de Carlos Pollán –el líder de la formación en León– como presidente de la Cámara el pasado jueves y asumirá también la vicepresidencia del nuevo Ejecutivo, que quedará en manos de García-Gallardo. Aún no se han confirmado los departamentos que dirigirá Vox tras el acuerdo, pero tres consejerías tienen muchas posibilidades de acabar bajo su batuta: Agricultura, Cultura e Industria.

Agricultura: la defensa del estilo de vida rural

Vox ha puesto la defensa del estilo de vida rural, de la caza y de la tauromaquia en el centro de sus reivindicaciones desde su irrupción en la política española tras las elecciones andaluzas de diciembre de 2018. Este posicionamiento se vio aún más intensificado, si cabe, durante la campaña electoral en Castilla y León, una comunidad con fuerte presencia del sector primario. El propio lema escogido para la cita electoral, 'Siembra', mostraba la importancia que los de García-Gallardo conceden a esta cuestión.

Este mismo lunes, el candidato aseguraba que esta consejería es "una de las grandes candidatas" a ser ocupada por su partido, aunque recordaba que el repartio de consejerías con los populares aún no se ha decidido. "Por el programa que tenemos y por el lema de campaña es una de las grandes candidatas, pero no está definido, estamos en un periodo de reflexión", señalaba.

Dirigir esta consejería podría suponer un impulso para Vox de cara a las futuras elecciones andaluzas y, sobre todo, para los comicios generales previstos para diciembre de 2023. La formación tendría un legado de gestión en el que podrían llevar a cabo algunas de las medidas estrella de su programa. Durante la campaña, Vox propuso reforzar la seguridad en las explotaciones agropecuarias y aumentar las indemnizaciones por ataques del lobo, una de las principales preocupaciones de los ganaderos. 

Además, los de García-Gallardo incidieron en fomentar una política proteccionista que defendiera los productos agrarios nacionales. En este sentido, proponían "frenar la estigmatización de alimentos por motivos ideológicos" y "perseguir los etiquetados ilegales" que pudieran llevar a la confusión sobre el origen de los productos, defendiendo y dando prioridad al producto nacional. Además, Vox destacaba "el apoyo a la industria agropecuaria nacional" como medio para frenar la despoblación en la región. 

El acuerdo de Gobierno con el PP, anunciado el pasado jueves, también recoge varias de las reivindicaciones de Vox en esta cuestión. En concreto, el documento del pacto habla de "defender el carácter esencial de la actividad agrícola y ganadera, así como de la industria agroalimentaria, por su función de obtención de materias primas destinadas a la producción de alimentos y por crear actividad económica y consolidar población en las áreas rurales". Y aboga por instar "al Gobierno de la Nación a recuperar el equilibrio entre la ganadería y la protección del lobo, conforme a las demandas de las Comunidades Autónomas afectadas". Una consejería, pues, que podría otorgar una proyección mediática importante a Vox, al ir muy acorde con la esencia del partido.

Industria: reindustrialización y bajadas de impuestos

La consejería de Industria sería también un interesante escaparate de gestión para Vox. La defensa de una reindustrialización de Castilla y León como forma de evitar la emigración de los jóvenes de la región ha sido otro de los ejes claves de la campaña de la formación de Juan García-Gallardo. Vox se opone frontalmente al desmantelamiento de plantas industriales y energéticas en la región y en varias ocasiones durante la campaña García-Gallardo puso el cierre de la central térmica de Velilla, en junio de 2020, como ejemplo de las políticas que no se debían llevar a cabo.

El partido también cuenta con un posicionamiento proteccionista en esta materia y aboga por priorizar la industria nacional frente a los productos extranjeros. Además, apuesta por promover la investigación, exploración y explotación de los recursos mineros en la región y se opone fuertemente a las políticas ecologistas que, para el partido, provocan desindustrialización y pérdida de puestos de trabajo.

También da prioridad la formación a la eliminación de los impuestos excesivos que, a juicio del partido, provocan el aumento de la factura de la luz y aboga por reducir la carga impositiva a las empresas que quieran establecerse en la región. Para Vox, esta medida facilitaría que más empresas quisieran establecerse en Castilla y León –con los consiguientes puestos de trabajo que ello generaría– y facilitaría que la región pudiera competir con comunidades colindantes con una presión fiscal más baja, como la Comunidad de Madrid.

El acuerdo alcanzado con el PP también refleja algunas de las reivindicaciones de Vox en esta materia. En concreto, se habla de "fomentar la reindustrialización y el aprovechamiento de los recursos propios, desde la competitividad, la innovación, las rebajas fiscales, la digitalización y el acceso a la financiación". Además, se apuesta por apoyar "las explotaciones mineras existentes y los proyectos previstos de minería", en sintonía con la medida propuesta por Vox en su programa.

En esa línea proteccionista defendida por los de García-Gallardo, el documento del acuerdo firmado habla de "proteger el producto de nuestro campo y de nuestra industria, en contra de la competencia desleal del producto extracomunitario, que no cumple los mismos requisitos a los que están sometidos nuestros productores". Otro departamento, por tanto, en el que Vox podría sentirse cómodo defendiendo sus posicionamientos y que facilitaría al partido presumir de gestión de cara a futuras elecciones.

Cultura: defender la "epica histórica" y la tauromaquia

La consejería de Cultura es otro de los departamentos que se barajan en las quinielas y que podría terminar siendo dirigido por Vox. Durante la entrevista de este lunes, García-Gallardo ya anticipó que "todas las iniciativas para proteger el turismo y fomentar el patrimonio son más que bienvenidas" y dejó entrever que su partido concede gran importancia a la defensa del partimonio cultural e histórico de la región.

Desde este departamento, el partido de García-Gallardo podría favorecer la defensa de la tauromaquia, una de esas cuestiones clave para la formación, y hacer hincapié en algunas cuestiones históricas que para el partido han sido recurrentes durante la campaña electoral. No obstante, en el mitin de apertura de la precampaña de cara a las elecciones autonómicas, celebrado en la Plaza de la Universidad de Valladolid el pasado 15 de enero, García-Gallardo ya hizo un discurso apelando a esa épica histórica que caracteriza gran parte de los mensajes del partido. "Castilla y León es la cuna de España, el origen de la lengua común de todos los españoles, el solar que impulsó la Reconquista y la tierra que alumbró el descubrimiento de América y la creación del Imperio universal en el que no se ponía el sol", afirmaba, ante el entusiasmo de los simpatizantes congregados en el acto.

El acuerdo con el PP también contempla algunos aspectos en materia de cultura y habla de consolidar a Castilla y León "como un referente cultural en España" y de proteger "nuestro patrimonio cultural, nuestras tradiciones y la riqueza del español". Otro departamento, por tanto, desde el que Vox podría hacer destacar algunos de sus principales postulados y mensajes simbólicos.

Un quiero y no puedo para Vox: Educación y Familia

El partido tendría mucho interés también en ostentar la dirección de los departamentos de Educación y Familia en Castilla y León, aunque estas consejerías parecen inalcanzables. Vox ha centrado gran parte de la campaña electoral en Castilla y León en la defensa de políticas de natalidad que contribuyan a frenar la despoblación de la región, inspiradas, según aseguró su candidato, en el ejemplo de países como Hungría y Polonia, con ayudas directas, rebajas fiscales o préstamos en función del número de hijos, y apoyar a las familias. Para Vox, fomentar la "natalidad nacional" es la fórmula más adecuada para combatir la despoblación y ha criticado que el resto de partidos optan por resolver este problema "trayendo inmigrantes".

En materia educativa, el partido apuesta por "proteger el derecho de las familias a elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos, desalojando a los activistas políticos de las aulas y garantizando la igualdad de oportunidades en la enseñanza mediante el cheque escolar, y mejorar la FP para facilitar la integración laboral de los jóvenes". 

Ambas cuestiones se hayan reflejadas también en el acuerdo con el PP, que en materia de natalidad aboga por impulsar "una política de apoyo a las familias" y apoyar "la natalidad mediante ayudas directas e incentivos fiscales progresivos", además de potenciar la conciliación familiar. En el ámbito educativo, se aboga por "consolidar un modelo educativo basado en el mérito, el esfuerzo y la capacidad, que tenga por objeto la excelencia, generador de oportunidades y libre de adoctrinamiento ideológico".

Con todo, a pesar de estas coincidencias entre ambas formaciones, es previsible que el PP no esté dispuesto a ceder estas dos consejerías. Se trata de dos departamentos con un fuerte trasfondo ideológico, en las que Vox intentaría llevar a la práctica sus posiciones socialconservadoras en esta materia, algo que podría ser incómodo para los populares. Además, la consejería de Educación es uno de los departamentos clave para la Junta. Pase lo que pase finalmente, lo que es evidente es el pacto con el PP permitirá a Vox sentar las bases de un legado de gestión que podrá usar para proyectarse tras su paso por el Ejecutivo de Castilla y León.