La calidad del aire, por la presencia de partículas finas de polvo sahariano, mejora en Castilla y León, pero sigue siendo “extremadamente desfavorable” en las provincias de Ávila, León, Segovia y Salamanca, mientras recupera un nivel razonablemente bueno en Burgos y Soria, según indican los datos ofrecidos por la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, recogidos por Ical.
En concreto, según el Índice Nacional de Calidad del Aire, a las 08:00 horas de hoy la mayor parte de las estaciones de la Comunidad reflejaban valores de PM10, que se refiere a las pequeñas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen dispersas en la atmósfera, por debajo de los notificados a la misma hora del día anterior.
Los puntos más afectados por la presencia de polvo africano, con una calidad “extremadamente desfavorable”, son Segovia (164,26 microgramos por metro cúbico), junto con Ávila (153,12), Salamanca (176,88 y 157,92) y León (151,53). También es muy desfavorable en La Robla, en León, con 105,28 microgramos por metro cúbico; Valderas, en la misma provincia, con 110,75; Medina del Campo, en Valladolid, con 106,04, y Guardo, en Palencia, con 127,89.
Asimismo, es desfavorable la calidad del aire en Zamora (67,13), Palencia (66,08), Aranda de Duero (67,46) y Medina de Pomar (51,93) en Burgos, y en Valladolid (68,46 y 81,65). Además, es regular en Miranda de Ebro (Burgos), con 42,99 microgramos por metro cúbico.
Finalmente, mejor es la situación en la ciudad de Burgos (35,72 y 32,25) y Soria (35,44) que no alcanza los 45 microgramos por metro cúbico que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS) como límite máximo.