Con gritos de "no somos terroristas, sino transportistas" y de "sólo queremos poder trabajar", cerca de un centenar de transportistas han esperado hoy a la entrada de los terrenos donde se ubicará la nueva fábrica de Switch Mobility en Valladolid, para abuchear a la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, quien ha acudido junto a otras autoridades a la ceremonia de la puesta de la primera piedra de esta empresa.
La ministra se ha reafirmado respecto a las declaraciones de ayer en las que calificaba de "ultras" a quienes están secundando este paro, añadiendo que "condena las actuaciones violentas vengan de donde vengan, pero hay una parte de la extrema derecha que está alentando esas movilizaciones violentas que son inadmisibles, por lo que vamos a ser contundentes".
En este sentido, y respecto al anuncio hecho ayer por el Gobierno de Pedro Sánchez de movilizar a 24.000 efectivos de la Policía Nacional para garantizar que no se produzcan actos violentos durante esta huelga del transporte, la ministra indica que "se ha apreciado una mejoría en la escolta de convoyes que lo han solicitado, identificando junto con el Ministerio del Interior dónde pueden producirse esos puntos para garantizar la seguridad de los transportistas".
La ministra ha añadido sobre el terreno respecto a la tensión que vive este sector y que ya ha provocado la parada de la industria láctea en buena parte del país, que el Gobierno de España "sigue negociando con el Comité Nacional de Transportes por Carretera" y el Ejecutivo es "consciente de la situación por la que atraviesan por la subida del precio de los carburantes" que ha forzado a parte del sector a parar de forma indefinida
Sin concretar qué medidas se van a adoptar ni por qué el Gobierno retrasa una rebaja fiscal al precio de los carburantes, Sánchez se ha limitado a añadir que "tenemos que salir de esta situación entre todos, pero no a base de insultos y amenazas que obstaculizan que aquellos que quieren trabajar puedan seguir haciéndolo".
Los manifestantes que se han concentrado en este lugar han continuado durante toda la mañana profiriendo gritos de "ministra dimisión" o "esto es un atraco" mientras recordaban que son los mismos transportistas que "que trabajaban durante la pandemia".