El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha vuelto a estar presente en Valladolid después de que lo hiciera la semana pasada con la toma de investidura de Mañueco. Lo ha hecho para arropar al que será vicepresidente Juan García-Gallardo, pero también porque considera “una prioridad” para su partido apoyar al Gobierno de Castilla y León. Y es que en su opinión, este gobierno autonómico “está siendo demonizado antes de comenzar a andar”.
Para Abascal, el acuerdo entre PP y Vox ha sido “demonizado por aquellos que han incorporado al comunismo, al golpismo separatista y al terrorismo a la dirección del Estado, y por aquellos que están arruinando las clases medias y condenando a los españoles a la miseria energética, destruyendo el poder adquisitivo de las familias”. Por eso, “no había ningún sitio en España más importante para nosotros, había que estar aquí porque es el principal motivo de ilusión para muchísimos españoles que lo ven como posible alternativa”. Para Abascal, “no podemos dar la espalda a este gobierno que está siendo tan atacado por aquellos que más tienen que callar”.
No se pronuncia sobre Feijóo
Donde no ha querido meterse es en el charco de opinar sobre la ausencia del nuevo presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, aunque ha reconocido no tener “ninguna duda” del apoyo del líder gallego “a su propio partido y a los líderes territoriales de su propio partido”. “Si no está aquí, es algo que tendrá que explicar él y que yo no puedo juzgar”, ha zanjado.
También ha contestado a la compatibilidad de su proyecto de acabar con las autonomías con pertenecer a un gobierno de una Comunidad Autónoma, Abascal ha afirmado que se trata de algo “absolutamente compatible e incluso necesario”, dado que “un partido democrático, que se presenta a las elecciones y representa a muchísimos españoles, debe estar en todas las instituciones democráticas”, ha zanjado.