El consejero de la Presidencia, Jesús Julio Carnero, se comprometió hoy a “conseguir una simplificación de la vida de los ciudadanos y vecinos” de Castilla y León pero, dijo, “no solo la burocrática”, sino que confió que entre todas las Administraciones Públicas la dedicación sea esa, pues “bastante compleja es ya la vida ahí fuera, con virus y Putin, como para no intentar entre todos que sea más tranquila y pausada”.
Carnero realizó estas declaraciones durante la toma de posesión de los cuatro altos cargos de su departamento que tomaron hoy posesión en la sede de Presidencia: Indalecio Escudero como viceconsejero de Administraciones Públicas y Atención al Ciudadano; Eduardo Cabanillas como director general de Atención al Ciudadano y Calidad de los Servicios; Irene Muñoz, directora general de Relaciones Institucionales; y José Máximo López, director general de Transparencia y Buen Gobierno, que juraron su cargo por la Constitución y el Estatuto de Autonomía. “Tenemos que arrancar, iremos avanzando y todo irá bien, porque fuera hace mucho frío aunque sea el mes de abril”, les trasladó.
El consejero apeló al papel “esencial” del funcionariado, del que se consideró uno más, y recordó que trabajó en este departamento durante diez años. Justificó su agradecimiento al “médico que ayudó a su madre a traerle a él al mundo, que era funcionario”; al “maestro, que no profesor, don Emeterio”; y a quienes le “devolvieron a la vida” cuando hace un año el Covid-19 le dio un buen susto de salud. “Todos ellos, funcionarios públicos”, destacó, para preguntar: “¿Cómo no voy a creer en los funcionarios si son fundamentales?”
Con el hall de la Consejería repleto de personal, incluso en las plateas superiores que a Carnero le recordaron a “un anfiteatro”, el titular de la cartera se marcó el “objetivo” en esta legislatura, tal y como “trasladó” el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, “de ayudar y apoyar a que la maquinaria esté suficientemente engrasada, para que médicos, profesores o técnicos agrarios lleven a cabo su labor de forma clara”. Y prosiguió que los funcionarios “son sobre todo servidores de los demás”. “Es lo más bonito que puede hacer una persona”, ensalzó.
También mencionó que la Consejería tiene una labor de “seguir avanzando en cotas de buen gobierno, transparencia y mejor atención al ciudadano”, además de mantener unas “adecuadas” relaciones con las Cortes de Castilla y León, con otras comunidades autónomas, en la acción exterior, “con el cuidado a los nuestros que viven fuera”, y en la colaboración con las entidades locales, cuestión que, dijo, en esta autonomía es “hablar de algo con mayúsculas, porque si algo es esta tierra es municipalista, con 2.248 ayuntamientos”. Por ello, vaticinó un apoyo a alcaldes y concejales desde su departamento.
De “toda la Comunidad”
Durante su alocución, tuvo unas palabras destacadas para cada uno de los cuatro altos cargos que tomaron posesión. Así, dio la bienvenida a José Máximo López, un burgalés al que desveló que lee “cada domingo en Diario de Burgos, donde cuenta semblanzas y andanzas arandinas”. De Cabanillas recordó que “poca gente sabe que es extremeño” y gran conocedor de la agricultura regional, con el que ha compartido “muchos años de relación” y que ahora “trabajará en la calidad de los servicios y relaciones con los funcionarios”.
En tercer lugar mencionó y se dirigió a Irene Muñoz, “vallisoletana del Valle del Cuco”, que ocupará la Dirección General de Relaciones Institucionales, lo que la convierte en “la imagen y en mantener colaboraciones con el Parlamento”. Y dejó para el final a Indalecio Escudero, nuevo viceconsejero de Administraciones Públicas y Atención al Ciudadano, un berciano que ocupa un “cargo esencial para el buen hacer de la administración, transparencia y bienestar de los servicios”. “Como veis, tenemos gente variada de todo el territorio, incluso de fuera de la Comunidad, ironizó Carnero.