El expresidente de la Comisión de Expertos de Transición Energética Jorge Sanz Oliva advirtió hoy a la Junta de que establecer impuestos a las renovables puede empujar a las empresas promotoras a emigrar a otros territorios donde no están establecidos. “Castilla y León es una de las mejor posicionadas en energía verde, porque tiene mucho territorio y baja densidad de población, que puede ser un problema pero en este caso es una ventaja. Además tiene agua, viento y sol”, expuso, para reclamar más “coherencia” en esta materia, porque también es una de las que “se dedica a poner impuestos y otras no los tienen”. “El dinero se va donde es más rentable”, remarcó en declaraciones a la agencia Ical.
Sanz Oliva protagonizó esta tarde la tercera conferencia de este curso 2021-2022 organizados por la Fundación Schola y el Foro de Empresarios de Castilla y León. Lo hizo bajo el epígrafe ‘El mercado eléctrico español ante la crisis energética internacional’, en el marco del cual desgranó la situación actual, acuciada por el conflicto bélico en Ucrania, y que ha encarecido notablemente los precios de la energía.
Quien fuera también director general de Política Energética y Minas entre 2004 y 2009 y director asociado de Nera Economic Consulting, rechazó los temores generados hace meses sobre un posible apagón eléctrico en Europa y recalcó que “no ha habido ningún problema de suministro, como era de prever”.
En este sentido mencionó que Austria desarrolló varios simulacros, “establecidos en los protocolos”, pero que “fue interpretado como una amenaza en toda Europa”. “El gas se puede comprar, a precios más caros, eso es cierto, pero no hay riesgo de corte”, consideró Sanz, quien incluso puso como ejemplo una posible suspensión de suministro de gas por parte de Argelia a través de Marruecos. “Todavía quedaría la línea directa a Almería, pero es que además España tiene plantas regasificadoras. No habrá problemas en los próximos meses. Tranquilidad”, trasladó.
Sobre la decisión de terminar con la producción minera de carbón, una opción que ahora recuerdan diferentes lobbies, recordó que las autoridades y empresas “toman caminos con la información de que disponen” y explicó que durante “muchos años se ha apostado por las renovables, que son limpias, pero no estables, porque dependen del viento y sol”. Al respecto, recordó que el papel de “respaldo” cuando “fallaban las renovables” lo ejercía el carbón a través de las térmicas, “pero medioambientalmente es muy sucio”, pues por cada megavatio hora de gas, el carbón emite el triple, “y por eso se ha sustituido”. Por ello, se decidió la entrada de más gas, “más barata y limpia, para ser respaldo de la renovable”, pero con los últimos acontecimientos se ha encarecido.
En este sentido, reiteró que se tomó la “decisión óptima” con el fin del carbón, pero de repente se ha interpuesto la guerra, “que hay que analizar si es estructural o coyuntural” para determinar “si hay que continuar electrificando la economía para que las tecnologías de respaldo sean el bombeo y las baterías de almacenamiento”; o si finalmente es estructural y “hay que replantear ritmos y estrategias”.
En principio, el experto vaticinó que “todo volverá a la misma situación” que antes de la invasión rusa cuando finalice el conflicto, con lo que el gas “durará menos tiempo como energía de respaldo” y se apostará por el almacenamiento”.
Mayor preocupación del consumidor
Igualmente, rechazó la idea de que la sociedad haya asumido el encarecimiento del precio de la energía. De hecho, ratificó todo lo contrario, ya que “nunca se había manifestado tanta preocupación por los precios de electricidad ni la sociedad había estado tan activa a la hora de ahorrar”. Incluso, subrayó que hay medios de comunicación que “informan al público general a diario de los tramos horarios más baratos de la luz del día siguiente”.
“Es lo que los técnicos llaman la gestión de la demanda y que ello permita que la gente conozca que es más barato poner la lavadora o el lavavajillas a horas intermedias o por la noche. Yo creo que la gente se ha vuelto muy sensible”, analizó Sanz Oliva, quien apeló a la necesidad de que las administraciones se centren en los “consumidores vulnerables”, que deberían “atraer la atención de los gobiernos contra la pobreza energética”.
Impuestos
Recordó que hasta el 30 de junio está prorrogada la norma que reduce el IVA eléctrico al diez por ciento, desde el 21, y el Impuesto Especial sobre Electricidad al 0,5 por ciento, desde el 5,1. “Ahora tiene margen para aliviar la factura, pero ha recurrido a otras vías que son menos ortodoxas”, señaló el experto, que recordó que la Comisión Europea ha dicho que en este contexto “no hay que manipular los precios de la energía y sí la parte fiscal”.
También sostuvo que Bruselas ha pedido centrarse en los “más vulnerables, pymes e industrias como grandes consumidores; y hacerlo a través de ayudas directas”. Por ello, consideró una “mala noticia” y que “no tiene buena pinta” la decisión de intentar abaratar el precio de la electricidad a través de las fuentes de energía fósil, un mercado donde solo el 35 por ciento compra energía en el pool. “Va a perjudicar a los que no van al pool, que pagarán las subvenciones. Y beneficiará a franceses y marroquíes, que vendrán a España a comprar energía subvencionada por España. El Gobierno ha dicho que pondrá aranceles para evitarlo, pero es difícil que la UE lo permita”, pronosticó.
De esta polémica, deslizó Sanz Oliva, las grandes eléctricas “saldrán indiferentes, porque si son dueñas de centrales de combustibles fósiles les va a dar igual, porque recibirán subvenciones; y si lo son de renovables podrán compensarlo con el derecho a la prima”. En este caso, “saldrán perjudicadas las nucleares, hidráulicas y las renova