Un total de 67.910 alumnos y alumnas de niveles universitarios y no universitarios han solicitado becas para el curso 2022-2023 en Castilla y León. De estas solicitudes, 36.259 son para enseñanza universitaria y 31.651 para estudios no universitarios. Se han solicitado 5.000 becas más que para el curso anterior, cuando se registraron 63.000.
Por provincias, Valladolid es la que más solicitudes ha registrado. En concreto, el desglose de las 31.651 becas no universitarias solicitadas es el siguiente: Valladolid, 7629. Salamanca, 5543. León, 5317. Burgos, 4162. Ávila, 2195. Segovia, 2010. Zamora, 1985. Palencia, 1802. Soria, 1008.
En cuanto a las becas universitarias, las 36.259 se distribuyen de la siguiente manera: Universidad de Salamanca, 12.369. Universidad de Valladolid, 11.206. Universidad de León, 5.580. Universidad de Burgos, 3.785. Universidad Pontificia de Salamanca, 1.137. Universidad Europea Miguel de Cervantes, 903. Universidad Católica Santa Teresa de Ávila, 803. Universidad Internacional Isabel I de Castilla, 409. IE Universidad, 67. Hay que tener en cuenta que si un solicitante lo es en varias universidades, solo se cuenta una vez.
El periodo de solicitud se ha adelantado cuatro meses, en respuesta a una reclamación histórica de los estudiantes, para reducir la incertidumbre al comunicarles antes del periodo de matriculación si cumplen con los requisitos económicos para recibir una beca. A nivel nacional, la convocatoria de becas para el próximo curso ha alcanzado un récord de solicitudes. Un total de 1.361.791 alumnos y alumnas de niveles universitarios y no universitarios han pedido estas ayudas, un 10% más respecto a las 1.225.692 solicitudes del pasado curso.
La convocatoria, que estaba previsto que finalizara el pasado 12 de mayo, se amplió hasta el 16 de mayo, para llegar al mayor número de estudiantes. Este año, el presupuesto destinado a la convocatoria general de becas es de 2.134 millones de euros, el máximo histórico. Las ayudas al estudio son una de las principales herramientas de equidad y una política prioritaria para el Gobierno que ha incrementado la inversión en becas en un 45% desde la convocatoria 2017-2018. Esto ha permitido que aumente el número de alumnos y alumnas que las reciben, así como las cuantías de las ayudas destinadas a los estudiantes con rentas más bajas.