Cada vez son más los casos de tuberculosis bovina que se están registrando en la provincia de León. Ante esta situación, la Junta de Castilla y León prevé modificar algunos aspectos si sigue creciendo el número de casos o no se puede prever el aislamiento. Todo ello de acuerdo al protocolo para la erradicación de esta enfermedad, que establece diferentes actuaciones en función de las circunstancias.
El portavoz de la Junta y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, ha reconocido que si el número de casos de la enfermedad cambia o no se puede establecer un perímetro de aislamiento, se podría cambiar las decisiones tomadas.
"La prioridad es la salud de la cabaña ganadera y el equilibrio con el futuro de la ganadería cumpliendo con la norma", para asegurar que “la salud del ganado, es la salud del pueblo”.
Ante esta situación, ha recordado que los elementos que fijan el manejo de la enfermedad son “objetivos y subjetivos”, como puede ser el tamaño de las explotaciones ganaderas, el número de brotes y la capacidad aislamiento de las cabañas de su entorno.
Además ha insistido en que el Gobierno autonómico garantiza el cumplimiento de la Ley de Sanidad Animal, el protocolo de erradicación de la enfermedad y el Reglamento de la Unión Europea (UE).