El pleno de las Cortes de Castilla y León ha vivido un intenso cara a cara entre el consejero de Industria, Comercio y Empleo de la Junta, Mariano Veganzones, y la procuradora del PSOE, Patricia Gómez Urban. Una valoración de los datos de desempleo de este mes se convirtió en un enfrentamiento por el “comunismo”.
Veganzones tenía claro su discurso, cargar contra Sánchez y el comunismo. “Hay que erradicar las políticas del Gobierno social-comunista, que llevan a la ruina a las empresas y a los trabajadores a la pobreza”, ha espetado. Para posteriormente calificar a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, como “la ministra comunista”, de un Gobierno “obsesionado” por pagar deudas a “filocomunistas y etarras”, y que condena a todos al “fanatismo climático” de la Agenda 20/30.
Además ha aprovechado para criticar las tasas de desempleo en España, la más alta de Europa, con un 13,6 %. Para terminar hizo un alegato contra la política de empleo de los gobierno socialistas de los últimos años. Así recordó al ministro Valeriano Gómez que “arregló las estadísticas tras la brutal regularizacion masiva de inmigrantes”; en 2008, Jesús Caldera dijo, sacó a miles de parados que reclamaban servicios de empleo; Celestino Corbacho eliminó a los prejubilados y afectados por ERTE; y en 2022, con Yolanda Díaz salen los temporales fijos discontinuos.
Gómez: "El consejero solo está preocupado por cazar comunistas"
Por su parte, la viceportavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Patricia Gómez, acusó hoy al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, de llevar “seis meses de vacaciones” con escasas interrupciones para ir a algún evento en Madrid, alguna gira por Andalucía o para ocupar algún sillón. Eso sí, tampoco faltó la palabra clave: comunismo. “Podríamos pensar que tiene un consejero más preocupado por cazar comunistas que poner sobre la mesa soluciones”, remarcó. “Siempre están en el mismo sitio: en contra de lo que suponga mejorar la vida de la gente”, ha afirmado.
Un gobierno de PP y Vox que, sostuvo, es un gobierno “nini”, “ni madruga, ni trabaja” porque, mientras los datos del paro dejan 38.000 desempleados menos y 26.000 contratos indefinidos más gracias a la reforma laboral, que votaron en contra las derechas, los datos que dependen de políticas de la Junta, como la afiliación a la Seguridad Social, sube pero menos que la media.