La Junta convoca dos líneas subvenciones por más de cuatro millones de euros para la atención y mejora de centros residenciales a víctimas de violencia de género en Castilla y León. Así lo recogen dos extractos de la resolución del 17 de junio de la Gerencia de Servicios Sociales, que se publican hoy el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) y ha recogido la agencia Ical.
Por un lado, las subvenciones de 1,46 millones, según la Junta, tienen por objeto convocar, para el año 2022, en régimen de concurrencia competitiva, subvenciones para para la atención, en centros residenciales, a víctimas de violencia de género en Castilla y León. Además, el Ejecutivo señaló que buscan facilitar a las víctimas la salida segura de su círculo de violencia y contribuir a mejorar su autonomía personal mediante una atención integral continua y personalizada.
La cuantía individualizada de la subvención correspondiente a cada entidad beneficiaria, será el 100 por 100 del presupuesto aceptado del proyecto presentado, teniendo en cuenta el orden de prelación obtenido en función de la puntuación al aplicar los criterios de valoración y con los límites que figuran en la base sexta de la orden por la que se establecen las bases reguladoras. El plazo de presentación de las solicitudes será de diez (diez) días hábiles a contar desde el día siguiente a la publicación del extracto.
También, convoca por 2,9 millones las subvenciones destinadas a la realización de actuaciones en Castilla y León dentro del marco del 'Programa España te protege III', con cargo a los fondos europeos procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia, financiado por la Unión Europea-Next Generation UE.
Las subvenciones previstas financiarán inversiones para realizar obras de reforma, adaptación, modernización o adquisición de equipamiento, en los centros en los que en la actualidad se presta un servicio de atención, información, y alojamiento temporal a las mujeres de violencia de género en Castilla y León.
Además, pretenden promover la mejora de las instalaciones de aquellos centros que atienden a víctimas de violencia de género contribuyendo, de esta manera, a mejorar los servicios que en ellos se prestan y que persiguen la recuperación de la autonomía personal de las víctimas y su salida del círculo de violencia.