La Junta de Castilla y León estudia en coordinación con el Gobierno gallego la mejor ruta alternativa al recorrido original de la A-6, en el tramo afectado por el derrumbe del viaducto ubicado en el término municipal leonés de Vega de Valcarce, y mantiene su ofrecimiento para que la N-006A y el tramo autonómico de la N-VI absorban el tráfico de la vía de forma temporal.
La Consejería de Movilidad y Transformación Digital, que, a través de su titular, María González Corral, transmitió esa opción a la ministra de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), Raquel Sánchez, en el transcurso de la reunión que mantuvieron el pasado viernes, se encuentra trabajando de forma coordinada con el departamento homólogo gallego, dirigido por Ethel Vázquez, para intentar dar una solución que mantenga la conexión entre las dos Comunidades Autónomas y perjudique los menos posible a vecinos de la zona y potenciales usuarios de la autovía, haciendo especial hincapié en los transportistas profesionales.
Desde la Junta de Castilla y León se apuesta por buscar una solución que discurra la mínima longitud posible fuera de la autovía y, si es posible, evitando la travesía por Piedrafita, con las complicaciones y molestias que esa situación puede generar, “especialmente si tenemos en cuenta que el número de vehículos diarios que soporta la A-6 ronda los 10.000 al día, con un porcentaje muy alto de tráfico pesado”, indicó la consejera.
“Es urgente dar una solución alternativa viable a todo el tráfico que se está viendo afectado por el colapso de los dos vanos del viaducto de O Castro en tanto en cuanto este se reconstruye, dado que está suponiendo un impacto económico importante a empresas gallegas y castellano y leonesas”, señaló González Corral, quien insiste en la necesidad de que el Ministerio ponga todo lo que esté en su mano de cara a esclarecer los hechos y reabrir cuanto antes una ruta básica para las conexiones logísticas entre el centro y el noroeste de la península.