Castilla y León alcanzó en el mes de julio un exceso de mortalidad de 993 personas, según refleja el sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) que realiza el Instituto de Salud Carlos III, de las que solo un tercio (338) se debió a las altas temperaturas registradas durante los días centrales del séptimo mes del año.
Se trata además del sexto mes con mayor exceso de mortalidad de la serie histórica, dado que, desde el 1 de enero de 2015, solo en cinco ocasiones se superó el millar de exceso de muertes con respecto a las esperadas: los dos primeros de la pandemia de COVID-19 (1.865 muertes de más en marzo y 2.800 en abril de 2020), noviembre de 2020 (1.149), enero de 2015 (1.146) y enero de 2017 (1.099), estas dos últimas debido a sendas epidemias de gripe.
En total, y según la estadística del Instituto de Salud Carlos III elaborada hasta el 30 de julio y consultada por Ical, el número de muertes registradas en la Comunidad durante el mes de julio ascendió a 3.132 notificadas, situándose solo por debajo de las 3.145 del mes de enero, si bien el número de muertes observadas es mayor (3.223), por lo que julio se convertiría en el mes con mayor mortalidad de lo que va de año.
La situación contrasta con el mismo mes del pasado año, ya que en julio de 2021, el exceso de mortalidad en Castilla y León fue de apenas 89 personas, al observarse 2.408 fallecimientos frente a los 2.319 estimados. Este año, por el contrario, el número de muertes esperadas era de 2.231, 993 menos de las que finalmente se han observado.
El pico de exceso de fallecimientos se alcanzó el 18 de julio, último día de la segunda ola de calor del año, cuando en Castilla y León se observaron 207 fallecimientos por los 74 esperados, arrojando un exceso de mortalidad de 133 personas. No obstante, y como en el conjunto del mes, los atribuibles al exceso de temperatura fueron 35, menos de un tercio del total.
En el conjunto nacional, el exceso de mortalidad registrada en el mes de julio asciende a 9.504 fallecimientos por todas las causas, de los que 2.176 son atribuibles al exceso de temperatura. En total, en España se registraron 38.921 muertes y se observaron 41.836, según la estadística del MoMo, con una estimación base de 32.332.
El año con más muertes por altas o bajas temperaturas
La estadística elaborada por el Instituto de Salud Carlos III también muestra, en la comparativa anual, que el 2022 es el año en el que más muertes se registraron en Castilla y León atribuibles a las altas o las bajas temperaturas. Así, en este año se contabilizaron 583 fallecimientos atribuibles a la temperatura, del total de 19.066 muertes observadas, lo que supone un tres por ciento. Y eso tan solo contando los siete primeros meses del año.
Lejos están ya así los 462 fallecimientos atribuibles a la temperatura durante todo el año 2017, hasta ahora la marca más alta, que supusieron el 1,6 por ciento del total de muertes, o los 391 del pasado año, que representaron únicamente el 1,3 por ciento de los 29.903 fallecimientos registrados y observados por el sistema MoMo.
En total, el exceso de mortalidad por todas las causas de lo que va de 2022 es el tercero más alto de la serie histórica, iniciada en 2015, con un total de 2.529 fallecidos de más atribuibles a todas las causas. En cabeza continúa 2020, primer año de la pandemia de COVID, con un exceso de mortalidad de 8.628 personas, mientras que en 2015 se produjo un exceso de 3.332, aunque solo 194 atribuibles al exceso de temperaturas.
Por provincias
En Ávila, el exceso de mortalidad durante el presente mes de julio asciende a 78 personas, de las que 36 son atribuibles a las altas temperaturas. Esto supone el mayor exceso de mortalidad desde los dos primeros meses de la pandemia de COVID, cuando el exceso de mortalidad ascendió a 227 y 163 personas. Lo mismo sucede en León, donde el exceso de mortalidad se estima en 250 personas en el séptimo mes del año, 54 atribuibles al calor.
En Burgos, por el contrario, el exceso de mortalidad de un centenar de personas, con 30 atribuibles a la temperatura, se encuentra por debajo de los 112 muertos de más contabilizados por el Instituto de Salud Carlos III en enero de este mismo año. De igual manera se comporta la provincia de Salamanca, con un exceso de mortalidad de 94 personas, 56 de ellas por la ola de calor, que sin embargo se sitúan muy por debajo del exceso de muertes registradas en enero: 175.
Tampoco supera el centenar de exceso de muertes Palencia, que con 95, 38 de ellas por el calor, sitúa sin embargo a julio como el mes con más exceso de mortalidad del año, al igual que en Segovia, donde el exceso de 50 fallecimientos, 22 atribuibles a la temperatura, es también el más alto de lo que va de 2022, y en Soria, con 56 muertes de más en julio, 13 por los altos termómetros. Por último, Valladolid registró 178 fallecimientos más de los previstos en julio con 67 atribuibles al calor, y Zamora, con 92, también apuntó en julio el mayor número de exceso de muertes en lo que va de año.