S. Calleja / ICAL
El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, no descarta que el modelo de colaboración púbico-privada, el que se utilizó para la construcción del Hospital Universitario de Burgos, se introduzca en el futuro Plan de Infraestructuras Sanitarias, que verá la luz en el primer año de legislatura.
“Hay que estar abierto a cualquier posibilidad”, afirma, porque “la obligación del Servicio de Salud es dar soluciones a los usuarios”. El consejero reconoce en ‘Los desayunos de Ical’ que “va a haber mucha polémica” si se decide que alguna de las obras del plan se debe financiar así, pero “habrá que valorar si merece la pena la polémica o merece la pena dar el servicio al ciudadano”.
Hoy, los burgaleses, “disfrutan de una tecnología y de una infraestructura inmejorable”. “Si nos hubiera pillado la pandemia en el Yagüe, hubiéramos sufrido mucho más”, reconoce, para recordar que los planes funcionales de los hospitales de Burgos y Salamanca arrancaron a la vez. “En Burgos se toma un camino y en Salamanca otro. En Burgos hemos celebrado el décimo aniversario del hospital, y en Salamanca todavía no está terminado. Está muy acabado, pero todavía falta el edificio de consultas”.
Explica que “todo modelo tiene sus ventajas y sus inconvenientes”; que esos “diez años tienen un valor importante para la población de Burgos”. “Yo siempre digo lo mismo. Si yo tengo una herramienta en la mano que están utilizando otros, por qué aquí no se puede utilizar. Coges comunidades de todo tipo ideológico y todas tienen gestión público-privada. Evidentemente, tienes unos costes en algunas cosas, y unas ventajas en otras”, argumenta.
En todo caso, Vázquez recuerda que la anterior consejera de Sanidad, Verónica Casado, de Cs, partido que se comprometió a revertir el hospital burgalés al sistema público, aclaró algo que se venía demandando: ¿es más caro o es más barato mantener este hospital?. “Dijo que es más barato con respecto al resto. Yo entiendo que lo demás es un tema ideológico”, sentencia.
“Es un debate que tenemos en esta Comunidad y en otras no existe. Hace poco vino (el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García) Page a Burgos, que ha inaugurado el Hospital de Toledo con una forma de colaboración público-privada; por qué allí no hay debate y aquí sí. Dejo la reflexión en el aire”, incide, para recordar que en los diez años de vida del Hospital de Burgos nadie ha tenido que pagar más allá de sus impuestos, “que ya es bastante”, para recibir atención.
Obras pendientes
El nuevo plan de infraestructuras sanitarias, compromiso electoral del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, verá la luz a lo largo del primer año de legislatura. “Me dio una orden, que voy a intentar cumplir”, afirma Vázquez, quien incide en planificar, porque las “infraestructuras son costosas y son necesarias”.
A la espera de que vea la luz, en la recta final del año podrían fraguar infraestructuras que “son emblemáticas”. Entre ellas figuran los centros de salud de Bembibre, Parada del Molino y El Egido, en León. “Son clásicos que hay que poner en marcha”.
También, en el último trimestre del año se acometerá toda la obra civil necesaria para instalar los equipamientos adquiridos a través del Plan de Inversión en Alta Tecnología (INVEAT) que impulsa el Gobierno con fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia, que se destinan al diagnostico precoz de patologías graves.
De forma paralela se licitará el Hospital de Aranda, en Burgos, y se abordarán actuaciones en la zona de urgencias del Hospital Río Carrión de Palencia; también se pondrá en marcha la nueva unidad de diálisis de El Bierzo, y en Ávila, el compromiso es el helipuerto y concluir el búnker para futura Unidad de Radioterapia del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles.
Sanidad quiere llevar al pacto de Comunidad su nueva estrategia de cronicidad
El consejero de Sanidad, Alejando Vázquez, confía en que el nuevo plan de abordaje del paciente crónico y pluripatológico eche raíces dentro del pacto por la Sanidad de Castilla y León, con el que quiere estrenar el curso político y al que acude sin condicionantes previos y con la intención de ceder. Es su deseo porque la estrategia, que actualizará a la de 2013, es uno de los mayores retos a los que se enfrenta el sistema sanitario de la Comunidad, que requerirá una implicación económica “importante” y una labor de organización que cambiará mucho el modelo actual. Todo, con el último objetivo de frenar una epidemia que generará la mayor parte de la carga de morbi-mortalidad, discapacidad y del 80 por ciento del gasto sanitario.
“La impresión que tengo es que podríamos haber sacado más jugo a esa estratega. Hay que evaluarla, ver en lo que se ha fallado, y sobre todo, implementar Ha tenido cosas buenas, como las unidades de continuidad asistencial -conocidas como UCAS-, se ha empezado ha hablar con ella de la enfermera gestora de caso… Pero, a lo mejor, hay que ser más ambiciosos y seguir dando pasos en el control del paciente crónico”, precisa en ‘Los desayunos de Ical’.
No en vano, en Castilla y León hay el doble de personas mayores de 65 años que de 15 o menos, y los costes en los pacientes con más de una enfermedad crónica llegan a multiplicarse por seis respecto a los que no tienen ninguna o solo una, multiplicándose por 17 en caso de presentar cinco o más patologías crónicas.
Además, los mayores no son los únicos afectados por la cronicidad, ya que también hay enfermedades crónicas ‘silenciosas’ que se inician en fases tempranas de la vida y evolucionan sin que la persona se dé cuenta, por ejemplo la hipertensión, la diabetes o la enfermedad renal crónica.
Un esbozo, el próximo año
En estos momentos, la Consejería evalúa la estrategia anterior y quiere poder tener en 2023, el próximo año y diez ejercicios después de la primera, un esbozo de lo que puede ser un plan que “no es tan simple”, de ahí “que casi ninguna comunidad lo tenga hecho”. “El papel todo lo aguanta, y por eso llevamos 20 años hablando de la cronicidad tan campanudamente”, pero “hay que pasar de las musas al teatro”.
En todo caso, el plan comenzará a pilotarse en las zonas de salud donde el grado de cronicidad y envejecimiento es importante, como ocurre en Zamora y León, una vez que se defina el modelo por el que apueste la Comunidad.
Además de una plantilla fuerte en enfermería, requerirá de recursos e infraestructuras, como nuevas plazas de convalecencia de media y larga estancia, que ya existen en todas las provioncias, pero que no son suficientes. Aunque la mayoría aguantan la ‘tensión’, en Segovia existe ya un problema, que trabajan por solventar la Diputación y las consejerías de Familia e Igualdad de Oportunidades y Sanidad. De hecho, está previsto que la reforma del nuevo hospital de Segovia incluya una unidad de media y larga estancia, que es hacia donde debe dirigirse el sistema, a más plazas de este tipo y no tantas de agudos, comenta a Ical el consejero.
Líneas estratégicas
El nuevo modelo tendrá varias líneas estratégicas, entre las que destacan las políticas activas de prevención y promoción de la salud, impulsando hábitos de vida más saludables y adoptando una actitud proactiva tanto en los profesionales como en los ciudadanos. Para ello se va a incrementar progresivamente el peso de la salud pública dentro del sistema sanitario de Castilla y León.
Asimismo, una vez establecida la enfermedad, se quiere promover que el paciente crónico tenga más y mejor información sobre su patología, y de esta manera se convierta en un agente activo que participe en su propio tratamiento y control, mejorando su pronóstico y calidad de vida.
También, se apuesta por un modelo que potencie una atención integral del paciente y que entienda el sistema de salud como un todo, de manera que el enfermo tenga a su disposición los recursos que necesite en cada momento.
En este sentido, se está trabajando el aumento de disponibilidad de pruebas diagnósticas en los centros de salud, se ha implantado la consulta no presencial para medicina y enfermería a demanda de los pacientes, y se avanza en contar con enfermería especializada.
Además, es necesario seguir apostando por otros dispositivos asistenciales que de forma paulatina vayan sustituyendo a los tradicionales, ya que el hospital actual no es la mejor opción para los pacientes crónicos que, una vez estabilizados, necesitan otro tipo de centros donde la atención sea más acorde a sus necesidades.
Por ello, en coordinación con Servicios Sociales, se está pilotando el programa ‘A Gusto en mi casa’, un modelo de atención integrada a domicilio para satisfacer las necesidades sociosanitarias de la población de Castilla y León.
Otra línea será reforzar la comunicación entre los profesionales y los diferentes niveles asistenciales, para que la atención se preste en el lugar más adecuado, preferentemente en el centro de salud y en el domicilio. Esto supone un nuevo modelo que rompe las barreras de las diferentes estructuras establecidas gracias a las nuevas tecnologías, sobre todo gracias a la historia clínica única, a la que tienen acceso los profesionales que participan en la atención y el propio paciente. Esto supone, también, una apuesta por la conectividad e impulso de los proyectos de telemedicina y telepresencia.
Salud comunitaria
La reformulación de la estrategia de atención al paciente crónico incluirá el apoyo a la familia y a los cuidadores, y especialmente a los pacientes dependientes que permanecen en su domicilio.
También, se trabaja en una Estrategia de Salud Comunitaria centrada en la potenciación de los autocuidados, los grupos de pacientes y personas cuidadoras, así como los determinantes sociales y su implicación en las enfermedades crónicas. La idea es que los pacientes, así como los familiares que cuidan al paciente crónico, posean los conocimientos suficientes para entender la enfermedad y participar en los cuidados, corresponsabilizándose del mantenimiento de la propia salud o de su familiar.
Un año para mejorar la herramienta de historia clínica en los hospitales porque “el tiempo es lo que da valor a la asistencia”
El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, y su equipo, todos clínicos, se han marcado un año, "y si puede ser menos mejor", para perfeccionar la herramienta de gestión de historia clínica en los hospitales, conocida como Jimena, dado que ellos mismos ‘han sufrido’ su complejidad y sus dificultades. El consejero reconoce que tanto este programa informático como el más conocido de Medora, que opera en Atención Primaria no facilitan el trabajo de los profesionales y por ello los someterán a una transformación importante que debe concluir con el desarrollo de una historia clínica electrónica única, accesible desde ambos sistemas y de fácil usabilidad desde cualquier punto de la Comunidad, un paso que la Consejería considera "prioritario".
“El tiempo médico y de enfermería es lo que da valor a la asistencia. Si yo estoy mirando una pantalla o abriendo pantallas, no miro al paciente, que se queja de eso”, explica, como médico y usuario de esta herramienta.
La Consejería trabaja en aprovechar los dos sistemas y transformar la manera en cómo se accede y cómo gestiona la información el programa. También, se bajara la posibilidad de implementar herramientas dentro del sistema que hagan más accesible la información a los profesionales y les facilite el trabajo.
Sanidad trabajará de forma paralela en la historia clínica electrónica única, aún sin fecha. De modo inmediato, completará la implantación de la historia clínica electrónica en todos los hospitales y su interconexión con la historia clínica de Atención Primaria. Entre los objetivos, también está el desarrollo de la historia clínica electrónica de emergencias, integrada con los sistemas de Atención Primaria y Hospitalaria.
Mayor accesibilidad
La historia clínica electrónica además de mejorar y facilitar el trabajo de los profesionales, permite acercar la sanidad a los ciudadanos y favorecer la accesibilidad al sistema sanitario. Este conjunto de herramientas de carácter tecnológico contribuyen tanto a la mejora de la accesibilidad de los pacientes a la asistencia sanitaria y aumentan la eficiencia de los recursos sanitarios, garantizando la seguridad y la calidad asistencial.
Así, en Atención Primaria se desarrolla a través de Medora, una herramienta de trabajo para los profesionales que participan en el proceso asistencial que integra toda la información clínica. Por su parte, en Atención Especializada se aplica a través de Jimena, que consiste en un navegador asistencial, editor de informes clínicos, digitalización de historia en soporte papel, prescripción, explotación de datos e integración con los principales sistemas departamentales de gestión de pacientes, enfermería, radiología o análisis clínicos.
El último objetivo, es lograr la interconexión de estas dos historias y que sean accesibles desde cualquier centro sanitario de la red de Sacyl, con independencia de la provincia en la que viva el paciente.