El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha aprobado la modificación de las relaciones de puesto de trabajo del Ministerio y las Entidades Gestoras y Servicios Comunes de la Seguridad Social por la que se crearán de forma inmediata 1.615 puestos de trabajo para fortalecer la atención al ciudadano, de los que 119 corresponden a Castilla y León.
Esta modificación, que supone un incremento del personal del 7,42% en el conjunto del sistema (el 8,43% si se tiene en cuenta solo el aumento en el ámbito del Instituto Nacional de la Seguridad Social y de la Tesorería General de la Seguridad Social) representa además el primer aumento neto de plantilla de la Seguridad Social de los últimos 10 años.
Estos 1.615 nuevos puestos, 645 del subgrupo A2 y 970 del subgrupo C1, serán ocupados en primera instancia por funcionarios interinos, cuya contratación se tramitará de forma inmediata. Castilla y León incorporará a un total de 119 trabajadores con la siguiente distribución entre provincias: Ávila (11), Burgos (14), León (13), Palencia (12), Salamanca (14), Segovia (13), Soria (11), Valladolid (19) y Zamora (12).
Plan de choque para paliar las carencias de personal
Este aumento de personal para reforzar la atención al ciudadano se inscribe en el marco del plan de choque puesto en marcha por la Seguridad Social para paliar las carencias de personal consecuencia de las medidas de recorte adoptadas durante la crisis financiera.
"Hay una voluntad política de solucionar el abandono que ha sufrido la organización desde comienzos de la pasada década, de reforzar su estructura e impulsar su modernización en medios y efectivos", ha explicado el secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, Borja Suárez, durante la última reunión del Consejo General del Instituto Nacional de la Seguridad Social, celebrada el pasado jueves.
El plan contempla dos importantes hitos más este mismo año: el concurso macro de provisión de puestos de trabajo vacantes, que supondrá la incorporación de centenares de efectivos más; y el rediseño de los procesos selectivos, que busca reducir de forma drástica los tiempos de gestión necesarios para el reclutamiento de nuevos funcionarios de carrera y que, por tanto, contribuirá a que la Seguridad Social reciba refuerzos con más agilidad.