El Código Ético y de Austeridad de la Junta de Castilla y León se elabora para ser una especie de libro de buena conducta para los políticos. En él se incluyen actitudes y comportamientos que se tienen que tener desde el Gobierno autonómico en caso de muestras de gratitud o de agradecimiento. Para entendernos, los regalos que pueden aceptar y los que no cuando se es un alto cargo y representante de una institución.
Pues bien, la Junta de Castilla y León ha remitido a las Cortes la propuesta de actualización de este código donde “apenas hay cambios”, según ha manifestado su portavoz Carlos Fernández Carriedo, pero ahora se permiten “muestras de cortesía” y se suprime que haya que rechazar invitaciones. Eso sí, se aceptan siempre que “obedezcan a criterios de representación institucional que figuren reflejados en la agenda pública”.
De esta forma, los altos cargos de la Junta siguen sin poder aceptar ningún tipo de regalo, salvo “las muestras de cortesía habitual”. La cuestión es saber cuáles son estas muestras. Pues, por ejemplo, no podrán aceptar ningún tipo de regalo, como puede ser el típico jamón ibérico, pero sí podrán admitir invitaciones a comidas, entradas a partidos de fútbol o corridas de toros. Así, el nuevo texto elimina el punto sexto del artículo cuarto en el que se establecía que los altos cargos "deberán renunciar a invitaciones, comidas o entradas a cualquier tipo de espectáculo o acontecimiento deportivo lúdico o cultural".
La redacción propuesta es la siguiente: “No podrán aceptar, en consideración a su cargo, ningún tipo de regalo ni beneficio de cualquier naturaleza, salvo las muestras de cortesía habitual, objetos conmemorativos, oficiales o protocolarios que le puedan ser entregados en razón de su cargo”.
Carriedo ha puesto un ejemplo durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno para entender el concepto de “cortesía habitual”. Si un consejero o alto cargo realiza una visita a un centro de discapacidad donde se le hace un regalo de una artesanía que puedan realizar en ese lugar, pero añadió que siempre quedará en depósito en la Consejería. De lo que no ha ofrecido datos el portavoz de la Junta es de una posible limitación económica de estos "regalos de cortesía".
Críticas de Igea
Este tema fue muy criticado hace unas semanas por el procurador de Ciudadanos, Francisco Igea, “que en su día afirmó que “ya podemos regalar jamones, gracias a la reforma del código ético. Así todos los altos cargos podrán recibirlos”. En alusión a que las denuncias presentadas contra el presidente y el vicepresidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo, a quienes acusaba de incumplir el Código Ético, fueron archivadas por la Comisión de Ética Pública.
Así, los políticos de la Junta "no podrán aceptar, en consideración a su cargo, ningún tipo de regalo ni beneficio de cualquier naturaleza, salvo las muestras de cortesía habitual, objetos conmemorativos, oficiales o protocolarios que le puedan ser entregados en razón de su cargo". El nuevo texto señala que en el supuesto de que reciban regalos de escasa entidad o valor residual deberán quedar a disposición de la consejería o entidad a la que pertenezca el alto cargo. Ante cualquier otro tipo de regalo procederán a su devolución a quien lo haya ofrecido. Cuando, por cualquier circunstancia, no pudiera hacerse efectiva la devolución de los regalos recibidos, se remitirán a la consejería competente en materia de patrimonio para su incorporación al patrimonio de la Comunidad”.
En manos de las Cortes
Ahora todo queda en manos de las Cortes quienes deberán ratificar o enmendar el texto, y lo devolverán a la Junta de Castilla y León para su aprobación mediante acuerdo en Consejo de Gobierno. El texto queda: “No podrán aceptar, en consideración a su cargo, ningún tipo de regalo ni beneficio de cualquier naturaleza, salvo las muestras de cortesía habitual, objetos conmemorativos, oficiales o protocolarios que le puedan ser entregados en razón de su cargo”.
Por último, se especifica la necesidad de que la adhesión de los altos cargos al código ético se efectúe a través de un documento escrito remitido al Registro de Bienes y Actividades de los Altos Cargos en el momento de la toma de posesión.
El primer Código Ético y de Austeridad en la Junta de Castilla y León data de 2011, fue renovado y ampliado sustancialmente en 2015, y posteriormente, modificado por Acuerdo 16/2020, de 7 de mayo, tras la aprobación de la Ley 3/2016, de 30 de noviembre, del Estatuto de los Altos Cargos de la Administración de la Comunidad de Castilla y León. Ante ello, la Comisión de Ética Publica ha considerado que no es necesario introducir modificaciones sustanciales, dado el nivel de exigencia alcanzado.