La Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Duero ha aprobado este martes la propuesta de llenado de los embalses para el año hidrológico de 2022-2023 tras presentarse un inicio con los valores de reservas más bajos del último lustro a consecuencia del déficit de aportaciones. Esta es la quinta comisión convocada por el organismo en lo que va de año.
En la actualidad, los embalses gestionados por la CHD almacenan un total de 1.010,6 hm³, es decir, un 35,2% del total de capacidad. Esto representa cuatro puntos porcentuales menos con respecto al ejercicio anterior y ocho por debajo de la media de los últimos 10 años.
La Comisión ha analizado el transcurso del año hidrológico pasado, marcado por una reducción de aportaciones que ha supuesto unas entradas a los embalses muy inferior a lo que estamos acostumbrados. En total un 39% menos sobre la media del último cuatro de siglo a nivel global. El de Águeda fue el que registró el valor más bajo, con un 79% menos. En segunda posición se colocó el de Tuerto, con un 62% menos, y el resto de los sistemas se situaron por debajo de los valores habituales.
Una campaña de riego que ha estado supeditada a unas circunstancias climatológicas extremas. Cabe recordar que se han pasado meses de temperaturas récord y sin lluvias. A pesar de ello, en la mayoría de los sistemas se ha garantizado el recurso hidrológico.
Ya con el nuevo año hidrológico en marcha, las precipitaciones caídas en las últimas semanas han desembocado en un cambio de tendencia en sistemas como el Órbigo, Tera, Porma, Esla y Carrión. Por otra parte, en Tormes y Águeda los cauces han sufrido un gran crecimiento, por lo que los embalses han logrado aumentar su volumen de reservas de forma importante.
Sin embargo, en la zona oriental de la cuenca, donde la lluvia no ha caído de forma tan abundante, las cabeceras de ríos se mantienen en una situación de escasez acuciante.
La CHD ha destacado que es "evidente" que el cambio climático está "alterando los patrones habituales", por lo que las precipitaciones de invierno y otoño y la nieve, la "mejor reserva de agua de la que se puede disponer", serán los recursos climatológicos que definirán la campaña de riego para el próximo año.