Vivimos en el esperpento continuo y cada día es más difícil de sobrellevar. Nadie intenta ni pone cordura en nada de lo que nos preocupa sino todo lo contrario. Llevamos unas semanas de chiste continuo, de repartir bofetones a manos llenas.
En Toro resulta que desde no se sabe cuando la población se estaba intoxicando con arsénico en el agua potable. Agua que no servía siquiera para dar agua a las mascotas. La solución será para no se sabe cuándo, unos cientos de miles de euros lo sabrán. Diez mil personas condenadas a la insalubridad en lo más fundamental pagando una de las aguas más caras de la comunidad todos los meses. Han puesto tres fuentes portátiles con filtro para diez mil habitantes que tienen que ir a llenar las garrafas. Un esperpento sin culpables ni responsables. No hay palabras, es indescriptible. A ver que se les ocurre ahora que viene la campaña electoral.
Los cachondos de Burgos han votado que la ciudad sea un lugar libre de armas nucleares. Da la sensación que trabajan en todo menos en lo que toca. El mundo es un lugar más seguro gracias al consistorio de Burgos. Después de aprobarlo alguna se habrá pellizcado por si estaba en otro matrix. El ayuntamiento de Burgos no va a utilizar armas nucleares por lo que los delincuentes pueden estar tranquilos, al igual que la policía municipal que no tendrá que hacer un curso acelerado de misiles. Parece que en Burgos como en Toro y otras ciudades no hay ninguna iniciativa para solucionar la vida a los que lo están pasando canutas. A lo mejor a alguno se le ocurre proponer en algún ayuntamiento que podrían ser los primeros concejales en ir a la luna. Tras votar y discutir asuntos en los que no se tienen competencia lo lógico sería que renunciaran a cobrar la dieta por ese pleno. No sabemos sí la ONU hacía tiempo que llevaba pidiendo la desnuclearización de Burgos, no sabemos si Putín estará acojonado, ni si los chinos han convocado el gabinete de crisis. Castilla y León está preocupadísima por el golpe que se la ha dado a la industria pujante que tenemos de misiles nucleares. Burgos queda a merced del expansionismo vallisoletano. Todos pendientes de Ramstein cuando en realidad el futuro de la seguridad mundial se decidía en Burgos. Menos mal que en mi pueblo aunque se acerca la semana santa no quieren prohibir las torrijas aunque engorden.
A nivel nacional la mentira consentida y engordada no para de crecer. Se empieza a hablar de cara a las elecciones del ingreso mínimo vital para perros y gatos de 450 euros al mes que podrá ser administrado por sus dueños. Los animales merecen los mismos derechos que nosotres y dormir dentro de casa. Después del lío del aborto ahora resulta que el gobierno es el impulsor de la unidad nacional en contra de los separatistas que se han manifestado en Madrid el sábado. Pujol, el exportador principal de dinero en bolsas de plástico a Andorra, afirma ahora que los catalanes están ahora amenazados de convertirse en una minoría por tanta y tanta inmigración pues lo importante para un país es la identidad. A Cataluña ya sólo le queda una generación de cristianos. Pujol fue el que inició este desastre catalán. Mientras el gobierno se vanagloria de sus políticas España se empobrece a pasos agigantados.
La realidad sabemos que siempre es otra en este país tan engordado por la estupidez. Como es otra la realidad de la guerra de Ucrania pues la inteligencia alemana ha afirmado delante del parlamento alemán que Ucrania tiene enormes pérdidas en la actualidad que se cifran en tres dígitos diarios. Los tanques no van a solucionar nada y menos ahora que viene el deshielo. Todos los saben como saben que la factura de Ucrania alguien la tendrá que pagar y algunos ya empiezan a quererla cobrar. No les importa el final ni quién gané sino cobrar. El único que tiene capacidad para pagar es Rusia y va a ser el único que va a ganar al final por lo mismo. No hay que ser un lince. Vamos de camino a guatepeor.