Cuando llega el fin de semana o tienes unos días libres lo que más te apetece es hacer planes distintos. Descubrir aquellos sitios o rincones que no has tenido tiempo antes. Y, encima, si están en tu Comunidad mucho mejor, porque así evitas tener que desplazarte muy lejos. Castilla y León tiene todo lo que la gente busca. Naturaleza, historia, cultura, deporte, tradición y, sobre todo, mucha aventura.
Para esto último solo hacen falta algunos planes alternativos y diferentes. En este caso, EL Español-Noticias de Castilla y León os muestra una ruta, que es un poco secreta, por unos puentes colgantes muy bonitos y originales. Todos ellos tienen sus peculiaridades y merece la pena hacerla al menos una vez en la vida.
Se trata de una ruta circular de 11,88 kilómetros que recorre los puentes colgantes de Villadepalos y Villaverde de la Abadía, en plena comarca de El Bierzo. Durante muchos años, los vecinos de estos pueblos estaban en aislamiento debido a la gran masa de agua que les separaba y no podían hacer las tareas del día a día. Por ello, estos puentes tienen tanto significado, ya que permitieron una conexión entre ambas zonas.
Unas estructuras que se mueven siguiendo el ritmo del aire y mantienen vivo el recuerdo de épocas pasadas. Son mucho más que una ruta, son historia de dos localidades leonesas que necesitaron de ellos para vivir.
Este recorrido comienza en el colegio de Villadepalos, dirección al campo de fútbol, donde está el primero de ellos. Próxima a la primera pasarela hay una zona de baño y descanso para que todo el mundo pueda disfrutar. Una vez te desvías a la izquierda, la ruta discurre por el margen izquierdo del río Sil hasta el puente colgante de Villaverde de la Abadía. Un camino en el que vas disfrutando plenamente del verde de la naturaleza y del relajante sonido que el agua aporta al pasar.
Siguiendo el serpenteo del Sil a su paso por el municipio de Toral de los Vados, sorprende el puente de Valiña. Tiene 110 metros de longitud y destaca por ser el más largo de los que actualmente aún desafían a la gravedad y conecta la localidad de Requejo con el pueblo de Valiña, atrapado entre los cursos del propio Sil y del arroyo de Firulledo.
Posteriormente, vuelve por caminos entre choperas hasta regresar al punto de partida. La subida se realiza por frondosos árboles hasta llegar al Peón de Arriba, donde se puede disfrutar de unas increíbles vistas de parte del Bierzo, Toral de los Vados, Corullón y el propio municipio de Carracedelo. Al ser una ruta circular se puede inciar en cualquier punto que se desee.
El agua es la encargada de refrescar este trayecto y es que, cabe destacar, que el municipio cuenta con el punto de altitud más bajo del Bierzo. Para los más atrevidos también hay una gran ruta de 21,14 kilómetros que discurre desde Carracedo del Monasterio hasta Las Médulas, declarado Patrimonio de la Humanidad. También se puede acceder a ellos mediante otras vías: la Ruta del Castrelín de San Juan de Palazuelas, que tiene siete kilómetros; la Ruta de los Molinos con cinco; la Ruta de los Pescadores con ocho o la Ruta de la Fruta con 10, todos ellos parten desde la zona trasera del campo de fútbol.
Sin salir de la provincia de León, mención especial merece el puente tibetano más largo de España. Se encuentra en el municipio de Sabero, cerca del Parque Nacional de Picos de Europa y a escasos 60 kilómetros de la capital. Este puente, que tiene 110 metros de longitud, está dentro de una vía ferrata que se ha inaugurado el pasado verano en la localidad.
El recorrido y su llamativo puente es el lugar perfecto para disfrutar de las vistas de unos paisajes montañosos únicos en el Valle de Sabero. El puente tibetano se sostiene sobre una estructura de cinco cables de acero tensado, dos en la parte inferior y otro en la superior.