El 4 de abril está marcado en la agenda de todos los políticos. Desde hoy se puede decir que comienza la precampaña para las elecciones municipales del 28 de mayo, aunque muchos ya parecen metidos en ella desde hace semanas. Desde hoy se limitan los actos municipales, y aunque el normal funcionamiento continuará en los ayuntamientos, habrá que mirar con lupa el correcto funcionamiento de la neutralidad política de aquí al 28-M gestionado por la ley electoral.
Por ejemplo, se acabaron esas convocatorias por parte de los gobiernos para hacer valoraciones de mandato o sacar pecho del balances sobre logros. De ahí que el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, aprovechara el último día para hacerlo. Aunque lo más relevante es, sin duda, que queda vetado cualquier acto de inauguración de obras, servicios públicos o proyectos futuros. Adiós a la cortar la cinta, aunque como suele pasar en estos casos, hay letra pequeña. La Ley Orgánica del Régimen Electoral General especifica que “sin perjuicio de que dichas obras o servicios puedan entrar en funcionamiento en dicho periodo”.
¿Qué quiere decir esto? Pues que los políticos pueden mantener reuniones con asociaciones, ponen en marcha obras, eso sí, sin acto, inaugurar o cerrar eventos, participar en la firma de convenciones con entidades, e incluso visitar obras, eso sí, sin convocatoria pública a medios de comunicación. De puertas para adentro.
Y hecha la ley, hecha la trampa. También la ley refleja que lo que se puede hacer es realizar declaraciones para hablar de logros para inducir al voto, pero sí se hace a través de los partidos políticos. Es decir, que hable como candidato no como cargo. Así, la ley permite que sigan realizándose actos «de interés general, que se celebren periódicamente», siendo posible que las autoridades que participan en ellos, siempre que no se utilicen para contaminar y servir para pedir abiertamente el voto.
Ante este periodo de 'propaganda cero', las administraciones se han puesto manos a la obra en las últimas semanas con el objetivo de firmar, iniciar o concluir todo lo que pueda firmarse, iniciarse o concluirse.